La Fiscalía de Menores de Navarra recibió el pasado año 37 denuncias por agresiones de hijos e hijas a sus progenitores, frente a las 12 de 2021, según los datos que publica Fundación Amigó en su estudio "Violencia filio-parental en España". 

A nivel estatal, los expedientes abiertos a jóvenes por violencia filio-parental se mantienen por encima de los 4.000, cifra similar a la de los últimos años. En concreto, durante 2022 se registraron 4.332 procedimientos incoados a menores por este tipo de delito, frente a los 4.740 registrados durante 2021.

Estas cifras, destaca la Fundación, “señalan el grave problema social al que nos enfrentamos, ya que se estima que sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10% y un 15% del total, por lo que estamos hablando de un problema que en la mayoría de las ocasiones es oculto y es necesario dar visibilidad y concienciar a la población”.

Fundación Amigó ha llevado a cabo un proyecto de investigación para conocer el perfil de las personas que viven situaciones de violencia filio-parental. A través de esta investigación, ha analizado diferentes factores de riesgo que influyen en la incidencia de este tipo de violencia, así como la modificación de la conducta paternal para evitar el conflicto, la no aceptación de la autoridad, el maltrato psicológico y la violencia física. 

El estudio concluyó que la edad media de los menores es de 15 años y medio y, la de los padres, de 43 años. Del mismo modo, la el 56% de los casos de violencia son protagonizados por menores chicos y el 44% por chicas. De estos agresores, el 23% ha sufrido acoso escolar, el 54% han disminuido su rendimiento escolar, el 49% sufre alguna adicción y el 32% ha sido testigo de violencias.