La pamplonesa Rebeca Aldaz Martínez, que se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela, ha obtenido la tercera mejor calificación del examen de Médico Interno Residente (MIR), una prueba a la que se presentaron un total de 12.721 personas en todo el Estado.
Como explica, al conocer su magnífico resultado ha sentido “mucha alegría. Cuando acabas el examen en las academias puedes meter la plantilla y, más o menos, te pueden estimar un puesto y me estimaban un muy buen número, pero no tan tan bueno como el que ha salido al final”. No obstante, esta vecina de la Rochapea de 24 años precisa que “todo el mundo que consiga su plaza para hacer la especialidad que quiere, como todos mis amigos, al final es un buen resultado”.
En el examen MIR los estudiantes deben responder a unas 200 preguntas tipo test y se restan las que se contestan erróneamente. En su caso, en la prueba que se celebró el pasado 20 de enero acertó 184 y falló 16. Preguntada por cuál es a su juicio la receta mágica para obtener una buena nota, Rebeca considera que “sobre todo mantener la calma y saber cuidarse. Preparar el MIR son muchos, muchos meses de estudiar 11-12 horas al día y también hay que saber cuando el cuerpo te pide descansar y hacerlo. Es una carrera de fondo, si llegas al final muy cansado, derrotado mentalmente o físicamente, eso te perjudica. Creo que saber cuándo parar y saber descansar es lo más importante, porque al final esforzarse nos esforzamos todos, el que queda primero y el último”.
"Creo que saber cuándo parar y saber descansar es lo más importante, porque al final esforzarse nos esforzamos todos, el que queda primero y el último”
Defensora de la educación pública
Asimismo, también señala la importancia de que “en la academia en la que te apuntes –en su caso, lo hizo en MIR Asturias– tengas un apoyo a la hora de estudiar de tutores”. Rebeca, que logró el premio extraordinario de Bachillerato y fue una de las mejores notas de la selectividad navarra en el año 2017, siempre ha estudiado en centros públicos y, por ello, decidió marcharse a estudiar Medicina a Santiago.
Ahora, desea hacer Anestesia en Galicia. “Lo quiero hacer en el hospital donde me estuve formando durante la carrera: el Hospital Clínico Universitario de Santiago”, afirma, mientras reconoce que no era su preferencia al iniciar los estudios de Medicina: “Quería ser oncóloga pediátrica, pero luego viendo las asignaturas de la carrera y conforme íbamos avanzando en cada curso me di cuenta de que me gustaba sobre todo Anestesia y Medicina de Familia, pero creo que la primera, por campo de actuación, técnicas y todo lo que abarca, se adapta más a mí”.
Como concluye esta brillante estudiante, una de las cosas que se lleva de la carrera son las personas que ha conocido. “Estoy muy contenta con la universidad, que como en todas hay cosas que son mejores y peores, y también con la ciudad de Santiago. Pensaba que me iba a gustar, pero no tanto como para luego decidir seguir haciendo la especialidad y quién sabe si luego quedarme a vivir”. Enhorabuena.
