Cuando se dice que alguien tiene dolor menstrual incapacitante, ¿de qué estamos hablando?

Hay expertos que lo asemejan al dolor de un infarto, de una apendicitis o de una pleuritis, es decir, dolores severos. Lo provocan unas contracciones que son similares a las del parto, de hecho, es el mismo mecanismo pero en vez de ser regulares suelen ser arritmogénicas y desorganizadas. Ocasionalmente el dolor también va acompañado de sangrado, dolor de cabeza, estreñimiento o diarrea, dolores musculares, mareos, náuseas, vómitos, etc. Pero muchas mujeres lo sufren en silencio y se automedican, porque, aunque es un motivo de consulta frecuente, muchas no lo cuentan. Entonces, al no quejarse e intentar hacer vida normal, no se visibiliza el problema.

¿La regla es un tema tabú?

Hay un estudio del CSIC que dice que España va a la cola en educación menstrual y que es necesario que deje de ser un tema tabú. También señala que hay que introducir medidas generales para que las adolescentes, cuando tienen dolor, sepan una serie de cuestiones básicas. Porque por lo general las mujeres aguantan mucho. En las consultas vemos a adolescentes que han tenido desmayos en gimnasia y que vienen con mucho sangrado y anemia. También mujeres con muchos sangrados que dices: “¿Pero cómo has podido aguantar tanto?”.

La recomendación es consultar cuanto antes, ¿no?

Sí, sobre todo porque el dolor de regla en sí no es algo normal. Muchas veces es verdad que no se encuentra una causa orgánica pero eso no implica que no haya una inflamación mayor de la que correspondería o que estén ocurriendo otras cosas que haga que aparezca ese dolor. Entonces, es importante que las mujeres sean conscientes de que cuando existe un dolor de regla, que no se alivia con un analgésico habitual, hay que consultar. A muchas les produce dolor, malestar, vómitos, mareos, etc., son dolores que no se tienen que considerar como normales.

¿Qué tratamiento se indica a estas mujeres?

Depende de la patología de base o si existen problemas asociados o no. Si hay solo un dolor de regla sin una causa subyacente se suele ir escalando: lo principal es indicar antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o el enantium. A partir de ahí, si no mejora, también están los anticonceptivos hormonales, que se ha visto que pueden ayudar a disminuir el dolor y a reducir el sangrado abundante. También se recomienda hábitos de vida saludables, una dieta no alta en grasas y rica en vegetales, y ejercicio físico, que es un factor protector para el dolor. Es decir, no son solo medicamentos, también intentamos valorar un poco los hábitos de esa persona para tener varias herramientas con las que poder mejorar.

Las bajas por regla dolorosa han aumentado pero siguen en cifras mínimas, ¿tienen miedo las mujeres a pedirlas?

Por supuesto, yo creo que sí, y que las que lo cogen son la minoría. Primero porque no son conscientes de que ese dolor que sufren puede ser motivo de una baja, y después porque se cuestiona esa dolencia. Pero la realidad es que es un dolor que se asemeja al de un infarto o una apendicitis y nadie va a trabajar con un dolor así. Creo que todo pasa por entender que el dolor puede llegar a ser severo y que no se consiga calmar con analgésicos potentes, por lo que puede hacer que una mujer esté de uno a tres días sin poder moverse de la cama.

¿Hace falta una mayor sensibilización?

Sí, se trata de avanzar un poquito en este ámbito. Primero ocurrió con el embarazo y se ha evolucionado a mejor y con esto lo suyo sería que fuese igual, pero todavía falta. Al final es una dolencia que está muy invisibilizada. Primero, porque no se ha estudiado científicamente y la fisiopatología ha tardado años en conocerse. No se ha destinado ningún tipo de recurso a saber por qué ocurre este dolor y ahora algo se conoce pero se ha tardado mucho.