David Zurbano tiene 42 años y desde hace tres trabaja en FCC. “Soy pintor. Pinto los contenedores de basura de la calle. Estoy muy a gusto, contento, ya que tengo contrato fijo. Mis compañeros son muy majos, me tratan muy bien y yo a ellos. Tengo un jefe, Pedro, que está aquí y me gusta mucho porque es un buen caballero”, ha explicado David, antes de que comenzase el encuentro empresarial organizado por el proyecto Tejiendo Redes de la Asociación Síndrome de Down de Navarra para hablar de inclusión laboral y empleo. Una cita en la que cinco empresas que cuentan con personas con síndrome de Down y/o discapacidad en sus equipos contaron sus enriquecedoras experiencias y en la que David –también afectado– se ha fijado como objetivo encontrar trabajo para sus amigos y amigas que lo necesitan. No obstante, “lo que ellos nos devuelven es infinitamente mayor que lo que nosotros aportamos”, han coincidido los responsables de los distintos negocios.
“Pinto los contenedores de la calle y estoy muy a gusto. Mis compañeros me tratan muy bien”
La relación de David y Pedro Nogueira, jefe de contratos de FCC en la zona de Pamplona, fue “un flechazo a primera vista”, ha descrito el segundo mientras agarraba del hombro a su empleado, que le miraba con admiración. “Nosotros llevamos más de 15 años con este proyecto de integración de chicos con síndrome de Down”, ya que “en nuestra plantilla hay trabajadores que tienen hijos afectados y nos lo propusieron. Nos lanzamos y nos gustó tanto que repetimos con un segundo chico, pero ya con la edad fueron dejando el trabajo”, ha expuesto Pedro, que ha abogado por la inclusión de este colectivo por “compromiso” y por “justicia social”. Además, ha proseguido, “una vez que los conocemos, aportan mucho: esa alegría...”, si bien también ha aclarado que “se le pide igual que a un trabajador normal y él cumple”.
A su juicio, las empresas deben conocer cómo funciona el empleo con apoyo, que en el proceso inicial requiere de la presencia de las formadoras en las instalaciones, hasta que “con el paso del tiempo, de los meses, te das cuenta de que viene a trabajar y ya es uno más de la plantilla, no requiere una supervisión especial, ni un acompañamiento... Ese puesto lo llevan ellos y no notas prácticamente la diferencia”, ha asegurado.
El 95% de las personas con síndrome de Down, sin trabajo
Por su parte, Araceli Etxaide, directora de Itaca Sepap Ocupacional y Empleo, ha señalado que el 95% de las personas con síndrome de Down no consiguen trabajo. La asociación tiene 150 socios con trisomía 21, de los cuales 60 se encuentran en edad laboral. “Actualmente, hay 26 personas con síndrome de Down o discapacidad intelectual trabajando y desde 2001, que empezamos con el empleo con apoyo, se han conseguido más de un centenar de contrataciones”, ha destacado la responsable.
“Hay un antes y un después en las empresas al incluir a una persona con síndrome de Down”
En ese contexto, en 2022 nació Tejiendo Redes, un proyecto del que forma parte la Red Navarra de Empresas Inclusivas y que tiene como objetivo estrechar lazos de participación, diseñar nuevas formas de colaboración y crear alianzas con empresas que apuesten por la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual y/o síndrome de Down.
Los compañeros, encantados
En el encuentro celebrado este jueves para darlo a conocer, desde Tafalla Iron Foundry (antigua Fagor), cooperativa dedicada a la fundición con 750-800 trabajadores, han indicado que no dudaron ni un instante cuando les propusieron dar este paso. “Llevamos ya 5 años con Sara, que realiza labores administrativas, y se ha integrado perfectamente”, ha asegurado Lucas Álvarez, que ha agregado que “los compañeros están encantados” y “el 99% de las empresas que prueben también lo van a estar”.
“Verles trabajar, verles la ilusión, la motivación que tienen... contagia; ellos nos ayudan a nosotros”
Por su parte, el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de El Corte Inglés, Miguel Bados, ha indicado que en el grupo en Pamplona trabajan 6 personas. “En el centro hay dos, una en el supermercado y otra en la primera planta, de mujer. Luego, hay una chica en la tienda de Sfera de la plaza Alhóndiga y en Itaroa tenemos tres, dos en el outlet y uno en Hipercor”. Todos ellos, ha afirmado, “hacen una labor estupenda. Tienen el trabajo un poco adaptado a sus condiciones y desarrollan tareas comerciales completamente normales”.
El empleo les proporciona “un desarrollo personal brutal”, ha subrayado Bados, que ha añadido, al respecto, que “los que nos están ayudando son ellos a nosotros. Nos ayudan a motivarnos y eso conlleva que nuestro trabajo sea mejor. Verles trabajar, verles la ilusión, la motivación que tienen... contagia. Lo que nos devuelven es infinitamente mayor a lo que aportamos”.
Gemma Botín, de la Fundación Caja Navarra, ha apuntado que desde que “Ana está con nosotros nuestra fundación es diferente” y las personas que vienen a Civican “ya se acercan con otra alegría”. Por todo ello, ha considerado “recomendable al 100%” la modalidad de empleo con apoyo. En esta línea, el propietario del restaurante Lamudita, José Larráyoz, ha valorado la aportación de Ainhoa –la camarera que lleva trabajando con ellos desde hace medio año– en el ambiente de trabajo.
“Os animo a contratar a compañeros míos de la asociación para meterlos en vuestras empresas”
Maider Lázcoz, pamplonesa con síndrome de Down que este miércoles cumplió 49 años, trabaja en la biblioteca de Ciencias de la Universidad de Navarra, manteniendo “un poco la limpieza”. Antes estuvo en la residencia La Vaguada, un año en Civican y 8 años como auxiliar de almacén en Forum, hasta que se dio cuenta de que le gustaban más las tareas administrativas. Es “feliz” trabajando y se emociona cuando habla de sus compañeros, que “son todos súper majos, muy amables y me cuidan”. Por todo ello, Lucas Álvarez ha instado a las empresas presentes en el acto: “Sed egoístas, que tenéis más que ganar incluso que ellos”. Así, en unión, tejiendo redes.
