La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha advertido de que, si bien las coberturas vacunales en el Estado frente a la tosferina son elevadas para la vacunación infantil, mayor del 95% en las tres dosis durante el primer año, en el caso de la vacunación durante el embarazo es inferior, 87,2% en 2022, y, por tanto, “no se alcanza el objetivo de cobertura deseable”.

Con los programas de vacunación y las vacunas disponibles, la tosferina no se podrá eliminar, pero sí reducir su frecuencia y gravedad y, sobre todo, evitar los casos de tosferina grave en los primeros meses de vida, según los pediatras.

Así las cosas, los pediatras llaman a las familias a revisar y completar los calendarios de vacunación de los niños y adolescentes. También hacen un llamamiento, con carácter especial y urgente, a las mujeres embarazadas para cumplimentar las vacunaciones recomendadas que, en el caso de la tosferina, debe recibirse entre las 27 y 36 semanas de gestación. La AEPap hace también un llamamiento a los profesionales implicados en la salud infantil y de las mujeres gestantes a informar sobre los beneficios de la vacunación, facilitando el acceso a las mismas en los centros de Atención Primaria.

Asimismo, es necesario insistir a las administraciones sanitarias a facilitar a estos profesionales la información necesaria para que puedan ofrecer la vacunación a los niños y embarazadas no vacunados. Adicionalmente, la tosferina debe incluirse en los calendarios de vacunación del adolescente. Y es que en los tres primeros meses de 2024, se ha registrado un aumento extraordinario del número de casos de tosferina en el Estado. La tosferina puede ser una enfermedad grave y causar el fallecimiento en los primeros meses de vida. La vacunación de las embarazadas proporciona una elevada protección a los recién nacidos hasta que reciben su primera dosis de vacuna a los dos meses, contribuyendo a evitar la elevada morbimortalidad de la tosferina en ese periodo de la vida.