Jokin Espinazo (Bilbao, 1951) fue diagnosticado de fibromialgia hace 15 años, pero desde hace 23 es presidente de la Asociación Fibromialgia de Navarra (Afina). Un cargo del que ahora se retira y que le hace sentirse “orgulloso” de lo logrado.
¿Cómo valora estos 23 años al frente de Afina?
Muy positivos. Me quedo con que personalmente he hecho un trabajo que sirve para las personas, que ese era mi objetivo. Tenemos a 450 personas socias y somos una referencia con mucho respeto a nivel nacional. Hemos conseguido que las personas con fibromialgia en Navarra vivamos con dignidad y autonomía. Estoy orgulloso, estoy contento. Me marcho con esa valoración de que lo que queda ahora es seguir con lo que tenemos, porque funciona y sirve para los objetivos y las personas, para que puedan tener un sitio en el que ordenar toda esa situación de limitación y de que se les viene el mundo encima con la fibromialgia.
¿Qué ha supuesto para usted ser presidente?
Aprender. Desde que me metí en esto he sido una persona autónoma y no he gastado recursos sanitarios porque con todo lo que he aprendido me aplico la solución a los problemas de salud que tengo. Todos los días se aprende, y más aún de las relaciones con las personas y al hablar de los problemas. Es algo muy positivo.
¿Por qué decide dejar ahora la presidencia?
Tengo algunos problemillas de salud y pienso que en algún momento tengo que cambiar de etapa. Esto es como en política: tiene que entrar gente nueva. Además yo también me tengo que dedicar a mis cositas.
¿A qué tiene pensado dedicarse ahora?
Al huerto ecológico que tiene Afina en Echavacoiz para recordar a las personas con discapacidad que se pueden hacer muchas cosas. En este huerto pueden cultivar sus verduras hasta las personas en silla de ruedas, sordas y ciegas. Tengo muchas ganas. El huerto ya está montado y funciona pero ahora quiero empezar a mover a las personas para que bajen y vean un ejemplo real de que pueden hacer muchas cosas aunque tengan fibromialgia y estén limitadas. Es seguir en la filosofía de aportar e implicarte en lo que puede servir para las personas.
¿Quién le va a suceder en el cargo?
No lo sé. Me quedaré unas semanas como presidente en funciones, pero tampoco me preocupa. La presidencia es un trabajo impresionante. Tengo ganas de dejar esto y estar en el huerto para animar a las personas que tienen dudas acerca de ser capaces de trabajar en él. Cada persona es un mundo, y cada una tiene que vivir el suyo.
