Uno de los precursores de la Fundación Nueva Cultura del Agua y de los estudiosos y referentes del movimiento contrario al recrecimiento de Yesa, el aragonés Pedro Arrojo Agudo, ahora relator especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, ha sido amenazado y agredido en las últimas horas en Bali. Indonesia acoge del 18 al 24 de mayo el 10º Foro Mundial del Agua. Este evento trienal está convocado por el Consejo Mundial del Agua (CMA), un organismo multisectorial impulsado por las empresas que reúne a bancos, empresas transnacionales del agua, académicos y organismos públicos para promover soluciones, especialmente del sector privado a la gobernanza, la gestión y el suministro del agua.

Por eso, durante más de dos décadas, se han organizado foros paralelos del movimiento mundial por la justicia del agua, una red cada vez más amplia de organizaciones de justicia medioambiental y del agua, movimientos sociales, pequeños agricultores, sindicatos y defensores y defensoras de los derechos humanos de todo el mundo. Las y los organizadores del Foro de los Pueblos por el Agua (PWF) creen firmemente que el agua es vida y sagrada, y no una mercancía, es parte de nuestros bienes comunes globales que hay que compartir equitativamente y proteger para las generaciones futuras.

Pedro Arrojo, en Bali.

Pedro Arrojo, en Bali.

Después de una serie de intimidaciones a los académicos e instituciones universitarias que habían ofrecido acoger el Foro de los Pueblos por el Agua, hubo que cancelar las sesiones públicas que estaban organizadas en Bali. La rueda de prensa que tuvo lugar el lunes por la tarde en un hotel fue interrumpida violentamente por personas con los rostros cubiertos y apoyadas por el llamado Patriot Garuda Nusantara (PGN), una especie de fuerza paramilitar. Se arrancaron carteles, vallas publicitarias y pancartas, al tiempo que empujaban y amenazaban a los numerosos asistentes.

Este martes, un numero mayor de estas personas habían irrumpido en el hotel donde se alojan los colectivos sociales indonesios, y que estaban bloqueando el establecimiento, impidiendo incluso que entre comida para los defensores y defensoras del agua. En este contexto, Arrojo, como Relator Especial para los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, pidió ser acompañado a ese hotel para hablar con los que lo rodean, con las fuerzas policiales y por supuesto con los asediados.

Al llegar Arrojo al lugar había varias decenas de enmascarados que fueron frontalmente contra el Relator y sus tres acompañantes con actitud muy agresiva. El Relator, con el pasaporte azul de Naciones Unidas, pidió intermediar con el jefe de la fuerza pública. Había medio centenar de uniformados en el lugar y trataron de pedir explicaciones del bloqueo a las instalaciones, pero al frente de los incidentes se encontraban los embozados en indumentaria civil. A partir de ahí al Relator no sólo se le impidió el paso al hotel sino que sufrió amenazas y empujones que pararon cuando el Relator exigió que no le tocaran.

Tanto los académicos que han firmado la carta pública en donde explican las amenazas recibidas, como los activistas rodeados y bloqueados en el hotel, se encuentran en grave peligro según denuncian en un comunicado.

  1. Por lo tanto, el Relator Pedro Arrojo insta a detener todas las formas de intimidación y violencia en la implementación del PWF 2024, ya sea llevada a cabo por funcionarios estatales o por organizaciones comunitarias.
  2. Instar al Estado Indonesio a garantizar y cumplir los derechos constitucionales de los ciudadanos a poder disentir sin presiones.
  3. A que la comunidad internacional respalde de forma clara que el agua es un bien común, que debe ser accesible, y no apropiable por nadie. Por eso, la gestión tiene que ser pública, transparente y participativa.

El agua como arma de guerra con el cambio climático

En el marco de dicho evento, el secretario de Estado español de Medio Ambiente, Hugo Morán, advirtió de que con la crisis climática el agua puede pasar de ser utilizada como arma de guerra a convertirse en "un factor que genera guerra entre países". "El cambio climático (...) nos hace dar el salto a que no sea el agua como un arma de guerra utilizada, sino que el agua acaba convirtiéndose en un factor que genera guerra entre países", afirmó Morán en declaraciones a Efe desde Bali. En este sentido, Morán recalcó la necesidad de "desvincular el agua como elemento de conflicto", para lo que apeló a "una mayor atención dentro de la cooperación internacional".