La moral, la ética y la filosofía deberían ser materias importantes en la formación de las personas que se dediquen al desarrollo de la Inteligencia Artificial, una herramienta sobre la que el experto Humberto Bustince despeja suspicacias y temores al entender que “no va a ser como la inteligencia humana”.
Así o asegura Bustince (Ujué, 1958), catedrático de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial (IA) en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), con motivo del inicio este viernes en su localidad natal del curso de verano que él mismo coordina con cerca de 30 expertos, científicos y divulgadores que estudian la IA desde diferentes ópticas y forma parte de los cursos de verano de la UPNA. El navarro, Premio Nacional de Informática y Europeo de Matemáticas, es uno de los pioneros en la investigación que ya en 1990 impulsó iniciativas “en una época en la que nadie hablaba de Inteligencia Artificial”, cuando surgió un grupo en la UPNA que hoy tiene “cierto prestigio, sobre todo fuera de España, en Europa y Estados Unidos”.
La IA no sustituirá al humano. “A los que somos ya muy viejos en esta historia, casi 40 años, no nos ha sorprendido este boom, pero sí nos parece que se está perdiendo la idea real de lo que es la Inteligencia Artificial. Es una herramienta fabulosa que genera contenidos, pero a día de hoy no nos va a llegar una inteligencia que nos sustituya”, advierte vehemente. Y lo señala tras oír voces temerosas de las capacidades y el posible mal uso de la IA, un sistema que actualmente es “una inteligencia artificial generativa que genera contenidos” a partir de una frase, o que hace un resumen de textos o los traduce, pero “hay que tener cuidado porque luego hay que corregir todo lo que hace”.
El experto insta a recordar “cómo nos ha cambiado la vida cien por cien” con la aparición de Internet, de forma que “hoy nadie se plantea no trabajar directamente sin estar conectado a la red. Internet ha sido una revolución muy grande y esta va a ser una revolución mayor, pero como herramienta para utilizarla”, puntualiza.
Tras la IA generativa está la generalista, “la que dicen que va a llegar y nos va a sustituir. Pero ¿realmente una máquina va a tener sentido común? ¿Qué es lo que entendemos por sentido común? Capacidad de razonar de diferentes formas y adaptarse a determinadas cosas. Y a día de hoy estamos muy lejos de que una máquina tenga sentido común”, enfría el experto. Así, asegura que hoy la IA “es una herramienta que saca patrones de grandes volúmenes de datos y toma pequeñas decisiones, pero siempre de una forma deductiva”, por lo que sostiene que hay “mucha exageración” en el alarmismo.
Otro de los asuntos que planean sobre la IA es la necesidad de poner normas o límites a según qué usos, terreno en el que Bustince es también partidario de atajar desde la formación de quienes se dediquen a ello, aunque, “por desgracia, no se está haciendo”. Entiende necesario que en todas las titulaciones relacionadas con la IA “se deben agregar cuestiones de moral, ética, filosofía... El que se dedique a investigar, a trabajar y hacer algoritmos debe ser consciente de la herramienta tan peligrosa que puede ser en un momento determinado o tan fabulosa en otro”. De ahí que en sus cuatro jornadas el curso de verano La Inteligencia Artificial en nuestras vidas la analizará desde las perspectivas de la neurociencia; el espacio y la astronomía; la vida de la ciudadanía; y la ética a lo largo de este fin de semana.