La Federación Navarra de Caza estrecha su unión con los cazadores de los Pirineos Atlánticos
Se abordaron proyectos conjuntos en torno a la enfermedad de Aujeszky o a la monitorización de palomas
La Federación Navarra de Caza (FNC) y su homóloga del departamento francés de los Pirineos Atlánticos (una región que cuenta con unos 15.000 cazadores) mantuvieron el pasado miércoles un nuevo encuentro, enmarcado en la línea de trabajo de la entidad navarra para lanzar proyectos transfronterizos en busca de sinergias con los actores galos del sector cinegético. En este caso, miembros de la FNC, como José Ángel Remírez y Aitor Merino, viajaron hasta la localidad de Orthez, donde se reunieron con el presidente de la federación de la citada región, Didier Garat, un experto anillador de becadas, y con varios de sus técnicos, entre ellos, David Acheritogaray.
Este último ya había participado en la primera entrevista celebrada entre las dos instituciones, que tuvo lugar en Pamplona en el mes de febrero de este mismo año y que sirvió como un acercamiento inicial, con la idea de futuras mesas de trabajo en torno a los temas más relevantes de la agenda cinegética. Tras ella, la colaboración con el país vecino no cesó, ya que, en abril, Remírez se desplazó a Pau, donde conversó con el presidente de la Federación Nacional de Cazadores de Francia, Willy Schraen. Entre las temáticas que abordaron, destacó la necesaria unión de los cazadores europeos para combatir las presiones del lobby animalista en el seno del Parlamento Europeo.
En la reunión de Orthez, cuatro grandes temas centraron el diálogo entre navarros y franceses. El primero de ellos, y de mayor importancia, fue la lucha común contra la enfermedad de Aujeszky. En este ámbito, los cazadores españoles están interesados en las pruebas realizadas al otro lado de los Pirineos para desarrollar una vacuna que pueda emplearse en perros. Sin embargo, la respuesta gala fue que, debido al elevado coste para elaborar esa vacuna, junto a los escasos casos registrados en los últimos meses, se ha frenado esa línea de investigación. No obstante, se acordó un futuro encuentro entre los miembros de la FNC y el departamento veterinario del país vecino, para ahondar en este proyecto que, por el momento, no es prioritario en Francia.
Por parte de los cazadores navarros, se entregó a sus homólogos franceses el Protocolo para la Prevención y Control de Enfermedad de Aujeszky en Perros de Caza/Rehala, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, gracias al trabajo y consenso de la Asociación de Rehalas Regionales Española Caza y Libertad (ARRECAL), la Federación Aragonesa de Caza y la FNC. De hecho, en su redacción colaboró Nicolás Urbani, asesor técnico veterinario de la FNC.
Este documento resume las principales características de esta patología, con los síntomas clínicos que suelen detectarse en los perros contagiados, así como las medidas recomendadas cuando se sospeche de un caso de Aujeszky. En este sentido, los consejos fundamentales que deben tenerse en cuenta giran sobre que los cazadores traten de evitar que los perros accedan a la carne y a las vísceras crudas de jabalíes y que, ante la sospecha de que un perro presente síntomas asociados con esta enfermedad, se pongan en contacto automáticamente con las autoridades (veterinarios oficiales del Gobierno de Navarra, en el caso de la Comunidad foral), para que puedan tomarse muestras y, en el caso de resultar positivas, registrarse oficialmente. A su vez, el texto incluye la necesaria concienciación de los veterinarios clínicos sobre los síntomas y las lesiones, así como el protocolo de actuación en caso de sospecha.
En Navarra, para avanzar en este punto, la FNC lleva a cabo desde hace años, junto al Gobierno de Navarra, cursos de formación en sanidad animal, en los que los cazadores adquieren los conocimientos esenciales para convertirse en verdaderos vigías durante sus actividades en la naturaleza y, de esta manera, detectar con prontitud la aparición de enfermedades animales que, de expandirse, podrían afectar seriamente a diferentes sectores económicos y, en el peor de los casos, a la salud de la población.
El segundo de los puntos tratados con los cazadores de los Pirineos Atlánticos consistió en el planteamiento de una iniciativa para realizar un estudio de marcajes de paloma torcaz, un ave que, ahora mismo, se encuentra todavía en su época de migración, volando desde el sur de Francia a la península ibérica. El objetivo que persiguen los cazadores franceses es, gracias a las mediciones obtenidas por collares GPS colocados en ejemplares de esta especie, averiguar cuáles son sus zonas de invernada, si emprenden la contrapasa una vez atravesados los Pirineos, qué rutas prefieren, si llegan hasta la zona sur de España, etc. Se trata de un proyecto de monitorización poblacional muy prometedor, ya que, actualmente, se dispone de muy pocos datos precisos y fiables sobre la paloma y sus movimientos migratorios. Nuevamente, se fijó desarrollar este plan en una próxima reunión.
Por otro lado, la FNC conoció de primera mano uno de los proyectos más relevantes en los que están inmersos sus homólogos de los Pirineos Atlánticos. Consiste en una campaña de captura y marcaje de jabalíes con collares GPS en núcleos urbanos. Tal y como explicaron los cazadores galos, hay ciudades francesas, como San Juan de Luz, Biarritz o Bayona, que poseen poblaciones de estos ungulados en parques y zonas de bosques perimetrales a los municipios. Muchos de ellos, además, realizan incursiones al interior de estas localidades, con el consiguiente riesgo de perjuicios en cuanto a insalubridad, aumento de los accidentes de tráfico o contacto de riesgo para la integridad de las personas o los animales domésticos. Lo que se pretende es analizar los movimientos de los jabalíes y, de ese modo, poder controlar sus dinámicas en zonas periurbanas.
Por último, la FNC les expuso la situación navarra en cuanto a la elaboración de la futura ley foral de caza en la que está trabajando el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. Los cazadores navarros ven en el modelo francés el camino a seguir, debido a que, en ese país, todas las competencias en materia de caza, así como la gestión de todas las especies (no solo las cinegéticas), están asumidas por las federaciones de cazadores, lo que conlleva múltiples beneficios a la hora de practicar políticas que repercutan en un correcto cuidado del medioambiente.
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