Atender a los supervivientes al cáncer es uno de los grandes retos que tienen por delante los sistemas sanitarios de todo el mundo. Pese al progresivo aumento de la incidencia de los tumores –como consecuencia del incremento y envejecimiento de la población–, los avances en investigación y nuevos tratamientos están reduciendo la mortalidad de casi todos ellos año a año, lo que se traduce en un aumento paulatino de las personas que han sido diagnosticadas de cáncer en algún momento y que siguen vivas.

Las cifras que maneja la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estiman que en el Estado hay unos 2 millones de largos supervivientes al cáncer –aquellos que a los 5 años del diagnóstico y tratamiento se encuentran libres de enfermedad–, de los cuales más de 30.000 serían navarros.

Sin embargo, son solo estimaciones, tal y como detalla Ruth Vera, jefa de Oncología Médica del Hospital Universitario de Navarra (HUN) y coordinadora del grupo de largos supervivientes de la SEOM, ya que uno de los mayores retos que tienen entre manos los oncólogos es “saber exactamente cuántas personas han sobrevivido a un cáncer, porque no hay registros”.

Lo que sí que tenemos claro es que el número de supervivientes va en aumento. Desde elMinisterio de Sanidad, dentro de la Estrategia de Cáncer, se ha elaborado un documento con recomendaciones de cómo abordar al largo superviviente y dentro de la SEOM queremos trabajar con otras sociedades científicas y sobre todo con Atención Primaria para desarrollar documentos consensuados sobre el manejo de estos pacientes”, subraya.

Seguimiento en el HUN

En el caso de Navarra, en el HUN se hace un seguimiento de estos pacientes, aunque Vera reconoce que quizá ese seguimiento es “demasiado hospitalario”. “Desde la pandemia trabajamos con Atención Primaria en el manejo de supervivientes de cáncer de mama, para establecer criterios de seguimiento y para que desde los centros de salud se puedan pedir las mamografías. La idea es ir ampliando esto a otro tipo de tumores, porque el trabajo con Atención Primaria es fundamental: todos tenemos un médico de cabecera y habría que establecer un seguimiento compartido entre el hospital y los centros de salud”, expone la oncóloga.

Ese seguimiento, incluso años después de haber superado la enfermedad, es fundamental para la salud y el bienestar del paciente, pues gran parte de ello presentan una serie de secuelas que hay que abordar. “Hay riesgo de recaída, secuelas físicas que dejan los tratamientos, pero también psicológicas, problemas sociales, etc. En la SEOM hace poco publicamos un documento con la definición de largo superviviente, con los tipos de necesidades más frecuentes y con cómo establecer ese plan de seguimiento con Atención Primaria”, indica Vera.

2.018 nuevos pacientes

Por otra parte, la jefa de Oncología Médica del HUN detalla que el número de pacientes que atienden en el hospital también ha ido en incremento año a año. En 2024, 2.018 pacientes pasaron por primera vez por los servicios de Oncología deOsasunbidea, 1.706 en el Hospital Universitario y 312 en el hospital Reina Sofía de Tudela. No obstante, un total de 2.865 pacientes recibieron algún tratamiento oncológico –2.591 en el HUN y 274 en Tudela–.

“Orgánicamente en Tudela son un servicio y en el HUN otro, pero funcionalmente somos lo mismo y estamos en permanente contacto y muchas veces hacemos el seguimiento de pacientes de forma conjunta. Ahora hay dos oncólogas al 100% en el hospital Reina Sofía y desde octubre hay un oncólogo que trabaja tres días allí y dos en Pamplona. La idea es que la atención a los pacientes sea la misma en toda Navarra”, sostiene Vera.