El Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) incorporó en noviembre en su sede de Pamplona un MR Linac, un innovador equipo de radio que incorpora la resonancia magnética (imágenes que muestran el tumor y el tejido sano a gran resolución, a diferencia de las imágenes TAC) a un acelerador lineal con el que se trata el tumor a través de radiaciones ionizantes. De esta forma, se garantiza la eficacia del tratamiento oncológico y aumenta la seguridad del paciente, debido a que se reduce el número de sesiones a una quinta parte —con la radioterapia normal, la duración estimada es de cinco a siete semanas, pero con este nuevo dispositivo apenas se prolongará entre cinco y diez días—. "Muchas veces, el escáner no ofrece la definición de imagen tan clara y nítida como una resonancia, por lo que a través de este aparato es posible delimitar con mayor precisión el tumor y los órganos sanos que se encuentran a su alrededor. Y los podemos ver durante el tratamiento", ha explicado el doctor Javier Aristu, director del Departamento de Oncología Radioterápica de la CUN.

Es la tercera instalación que se va a activar en el Estado —la primera fuera de Madrid—, lo que convierte al CCUN en una de las mejores unidades dotadas tecnológicamente del país. De hecho, la resonancia magnética de este equipo es de 1,5 Teslas (los otros dos dispositivos cuentan con una densidad de flujo magnético inferior), por lo que se ofrece una calidad de imagen comparable a los sistemas de diagnóstico y permite visualizar en tiempo real y con gran fidelidad los movimientos internos de las estructuras y órganos, como los causados por la respiración o por el mero funcionamiento de dichos órganos. En ese sentido, "nuestros pacientes tienen la ventaja de que le podemos ofrecer, dentro de las posibilidades de su enfermedad, distintas opciones terapéuticas adaptadas a su situación personal", ha apuntado.

Por su parte, el doctor Rafael Martínez Monge, especialista del Departamento de Oncología Radioterápica y responsable del proyecto, ha asegurado que son muchos los tumores que se pueden observar mejor a través de resonancia magnética, por lo que la idea de este proyecto es que se pueda definir el órgano y mejorar la visión de los nódulos tumorales que también se pueden tratar. "Si se ve mejor el órgano, es posible incidir en márgenes mucho más pequeños. Además, antes del tratamiento, el paciente debe hacerse una resonancia magnética y, si se percibe un cambio de posición con respecto a esa referencia inicial, lo ajustamos", ha sostenido. Asimismo, el MR Linac cuenta con un algoritmo computacional que sigue en tiempo real la zona a tratar, con capacidad de predecir los movimientos y asegurar que la radiación se aplica cuando el tumor está en la posición correcta, de manera que "es posible parar el tratamiento y modificarlo a cada una de las posiciones del tumor", ha comentado.

Máquina MR Linac, el primer dispositivo implementado en Navarra. Oskar Montero

El doctor Ignacio Azinovic, codirector del Departamento de Oncología Radioterápica, ha hecho hincapié no solo en la eficacia, sino en la reducción del tiempo. "Mientras que un tratamiento convencional suele tener una duración de entre cinco y siete semanas, con el MR Linar no dura más de cinco o diez días, y más tirando a cinco. Esto supone una ventaja tanto para los pacientes como para la logística de la propia clínica", ha señalado. En los meses en los que lleva implantada esta máquina, se han tratado a un total de 20 pacientes en los que la localización tumoral es muy diversa: próstata, recto, páncreas, vejiga, cerebro y metástasis. "Estamos muy contentos con los resultados iniciales y preliminares porque la toxicidad que afecta al tejido sano es prácticamente nula, pero hay que continuar con su seguimiento para conocer los resultados reales", ha apuntado.

En lo que respecta al campo de incidencia de este dispositivo, es posible realizar una imagen de 20 centímetros de ancho y 50 de largo, una medida que permite detectar los tumores localizados en posiciones muy concretas y de una forma mucho más rápida que con otros sistemas anteriores. "Los resultados son mejores conforme hay mayor precisión porque la zona de seguridad es menor y la cantidad de radiación que reciben los órganos no afectados es menor, lo que se extrapola a una menor toxicidad y, por tanto, a una mejor calidad de vida. No obstante, hay otro tipo de tumores que, por su volumen, es mejor tratarlos con otro tipo de tecnología", ha mencionado Aristu.

Equipo multidisciplinar a tiempo real

Al contrario de lo que ocurre en los tratamientos ordinarios, en los que el paciente se encuentra solo ante la máquina, esta nueva forma de radioterapia requiere la colaboración de un equipo multidisciplinar compuesto por oncólogos radioterápicos, radiofísicos, dosimetristas, técnicos de radioterapia y enfermeras especializadas, que trabajan de manera coordinada y simultánea en su sala de control, en donde cinco profesionales adquieren en cada sesión las imágenes y se trabajan sobre ellas en la delimitación de volúmenes y en la dosimetría. Mientras tanto, se hacen imágenea tiempo real del paciente para comprobar que está bien colocado. Una vez está todo preparado, "lanzamos el control de imagen online y, si está todo correcto, le damos al botón de irradiar", ha comentado el doctor Luis Fuertes, especialista en Oncología Radioterápica. Por tanto, a través del MR Linac, "podemos conocer en tiempo real la anatomía del tratamiento y actuar al instante para maximizar la eficacia y proteger aún más el tejido sano", ha concluido la doctora Teresa Cuenca, especialista del Servicio de Radiofísica y Protección Radiológica.

Formación especializada

Los profesionales implicados en el proceso de tratamiento con MR Linac han recibido formación especializada en hospitales españoles y del extranjero —como el Royal Marsden (Londres) y otros centros especializados de Tubinga (Alemania) y Verona (Italia)— para operar con esta tecnología y adquirir los conocimientos necesarios para optimizar el proceso de toma de decisiones, que ha de ser rápido y coordinado.