Síguenos en redes sociales:

Ocio y deporte, dos bálsamos para el alma

El CI Burlada FP organiza un evento para concienciar sobre la importancia de cuidar el bienestar emocional

Ocio y deporte, dos bálsamos para el almaOskar Montero

El ejercicio físico, y más cuando el buen tiempo acompaña, funciona como una pomada para el alma, de esas que hacen que la mente se quede muda y le confieren la lucidez de saber que todo pasa y que llegará el día en el que toda la neblina emocional se disipe y las penas sean un poco menos amargas. Por esta razón, el alumnado del ciclo formativo de grado superior de Enseñanza y Animación Sociodeportiva del CI Burlada FP organizó esta mañana un evento sociodeportivo para visibilizar los problemas de salud y mostrar el ocio y el deporte como dos potenciales protectores del bienestar emocional. El proyecto, Conexión Vital Bizi. Conectando cuerpos, sanando mentes contó con el ímpetu de 22 estudiantes del ciclo y recibió el primer premio en el III Certamen navarro de diseño de proyectos Aprendizaje y Servicio Solidario del Instituto Navarro de la Juventud.

A comienzos de este curso, uno de los estudiantes del centro se suicidó. Y sus compañeros, consternados por el duelo que tenían que comenzar, creyeron que la mejor manera de honrar su vida –y de enseñar a la población lo importante que es cuidar la salud mental y pedir ayuda–. Por otro lado, también se trata de un evento que cada año se organiza justo antes de que el estudiantado comience sus prácticas empresariales, como “una fiesta de fin de curso antes de dar paso a la vida laboral”, explicó César Irigoien, profesor especialista del CI Burlada. De esta manera, estas dos motivaciones convergieron y quisieron establecer un espacio en el que poder realizar distintos juegos y actividades al aire libre mientras estaban acompañados por varias de las asociaciones navarras enfocadas en cuestiones de salud mental: Asociación Navarra para la Salud Mental-Anasaps, Adolescencia Libre de Móviles Navarra, Teléfono de la Esperanza, Aralar. Ayuda y Prevención para la Ludopatia, Besarkada-Abrazo, Ayuda en Carretera y Mejorana. “Cada uno de estos grupos ha apadrinado una de las actividades que hemos organizado para que eso simbolice que el ocio y el deporte pueden constituir una salida, una solución o una alternativa para aquellas personas que lo necesitan”, detalló.

Dos críos juegan con aros en una de las pruebas de herri kirolak en la Ciudadela.

La Ciudadela de Pamplona quedó divida en seis zonas –hinchables, herri kirolak, defensa personal, entrenamiento funcional, grand prix y pintacaras–, en donde familias, jóvenes y personas mayores disfrutaron de las actividades bajo el cálido sol de febrero. Entretanto, los estudiantes se convirtieron en los organizadores y grandes protagonistas del evento. June Senosiain, de 20 años, y Ander Duarte, de 19, formaban parte del grupo de Programación; es decir, quienes se encargaron de resolver las dudas de los participantes y de que el ambiente no decayera. Los dos reconocieron que el proceso de antes fue “complejo. Nos dividimos en grupos de trabajo –marketing, programación, comunicación y montaje–. Hemos tenido que solicitar muchos permisos, manejar materiales de todo tipo y dar mucha difusión para llegar a todo el mundo. Porque la salud mental es algo que nos atañe a todos”, incidieron June y Ander. En ese sentido, el trabajar con asociaciones centradas en el bienestar emocional les permitió poder fomentar la participación de gente que “verdaderamente lo necesita. Nuestro objetivo era que aquellas personas que tienen problemas, y que tienen miedo de expresarlo, se acerquen a preguntar a las asociaciones, y que vean que nadie les va a juzgar, sino que están y estamos dispuestos a ayudarles. Y, además, mientras pasas una mañana agradable con un clima fantástico”, mencionó June. En ese sentido, Ander consideró que este tipo de eventos deben prevalecer a través de distintas ediciones: “Hay mucha gente que tiene problemas de salud mental y con un día no es suficiente”.

Por su parte, Kira Alfonso y Mikel Lashera, profesores del centro, destacaron la implicación por parte de los alumnos, ya que desde el principio les vieron “completamente enganchados a la causa. Llevan meses trabajando para conseguir que el resultado de este evento sea casi perfecto”, mencionó Kira. En lo que respecta a la colaboración con las asociaciones navarras de salud mental, “queríamos que el alumnado se llevara como aprendizaje que, si tienen un problema, no están solos y pueden contar con recursos de todo tipo para salir hacia adelante. Y que ahora sean conscientes y que estén tan motivados con esta causa solidaria es un premio para nosotros como docentes”, expresó Mikel. En ese sentido, Eneko Madinabeitia, director del centro, reconoció que “tenemos que sentirnos orgullosos de lo que tenemos en Navarra. Hay mucha conciencia acerca de la importancia de la salud mental y desde el centro queremos demostrar que el deporte puede ser una píldora para aligerar el malestar”. Y todo esto, junto con la cálida luz del sol, convirtieron a la Ciudadela en el escenario perfecto para hacer real la paremia escrita por Juvenal: Mens sana in corpore sano