El profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra Esteban López-Escobar (Valencia, 1941) ha muerto a los 83 años en Pamplona. El catedrático valenciano era doctor en Derecho y en Comunicación, y licenciado en Ciencias de la Información, catedrático emérito de Opinión Pública y Teoría de la Comunicación de la Universidad de Navarra, en la que fue el primer director del Departamento de Comunicación Pública.
López Escobar se incorporó al claustro de la Facultad de Comunicación en 1972, por invitación del entonces decano Alfonso Nieto. Sucedió a Ángel Benito como profesor de Teoría General de la Información.
Desarrolló su labor docente e investigadora en la Teoría de la Comunicación y la Opinión Pública. Fue pionero en integrar las principales áreas de investigación que conforman el departamento de Comunicación Pública, tales como: Deontología, Instituciones Políticas, Relaciones Internacionales, Comunicación Política, Comunicación Internacional y Derecho de la Información.
TRAYECTORIA
López Escobar comenzó sus estudios en Derecho en la Universidad de Oviedo y, en 1958, asistió al primer curso de verano del entonces Estudio General de Navarra. Dirigido por Antonio Fontán, este programa fue el precedente del Instituto de Periodismo (actual Facultad de Comunicación). Se doctoró en Derecho Presupuestario en la Universidad de Sevilla en 1971. Asimismo, obtuvo un diploma en Derecho Comparado por la Universidad de Estrasburgo, una diplomatura en Periodismo y una licenciatura en Comunicación.
En la página web de EUNSA destacan que fue trustee del International Institute of Communications (Londres), visiting scholar de la University of Manchester, miembro del consejo del European Institute for Communications (Manchester y Düsseldorf), fellow del Shorenstein Center for the Press, Politics and Public Policy de la Kennedy School of Government en Harvard University, y presidente de la WAPOR (World Association for Public Opinion Research).
Fue director de la revista Nuestro Tiempo y autor de numerosos libros, traducidos a varias lenguas. Además, fue uno de los fundadores de la revista Gaceta Universitaria y formó parte del Consejo editorial de la revista Comunicación y Sociedad.
En EUNSA publicó Análisis del nuevo orden internacional de la información (1978), y fue coeditor con José Luis Orihuela, de La responsabilidad pública del periodista (1988). También publicó Charles H. Cooley: bases para una teoría comunicativa de lo social y Fcom: 50 años preparando el futuro con José Antonio Vidal-Quadras Rosales, así como Eduardo Ortiz de Landázuri, el médico amigo, con Pedro Lozano, por citar algunos títulos.
INTERÉS
Tras su jubilación en 2012, se incorporó a la comisión de doctorado de la UNIR en la que también fue docente, en cuya web resaltan "su interés inicial por el derecho, la economía y el periodismo fue evolucionando –desde que se incorporó como docente a la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra hacia la búsqueda y consolidación de una teoría comunicativa de lo social y hacia una comprensión no manipulativa de la opinión pública".
El perfil de la UNIR también apunta que "esta evolución se manifestó en el carácter de sus publicaciones, que comenzaron prácticamente con su tesis doctoral (Los orígenes del Derecho presupuestario en España, Madrid: Instituto de Estudios Administrativos, 1971) y cubrieron campos relacionados con la política de la comunicación y las telecomunicaciones (La televisión por cable en América y Europa, Madrid: Fundesco, 1986 [con Claude-Jean Bertrand]; o Das Wirtschaftsrecht der internationalen Telekommunikation in Spanien, Baden-Baden, Nomos Verlag 1990). Sus publicaciones y las tesis doctorales dirigidas en los últimos 25 años manifestaban su interés progresivo en asuntos más nucleares de la comunicación".
En diciembre de 2013 fue nombrado profesor emérito de la Facultad de Comunicación.
En 2020, tras haber dirigido 17 tesis doctorales, defendió su segunda tesis doctoral Charles Horton Cooley: una aproximación. Bases para una teoría comunicativa de lo social, dirigida por Manuel Martín Algarra y Maxwell McCombs. Hasta entonces era doctor en Derecho y esta segunda tesis supuso un punto final a toda su trayectoria investigadora y docente.
El recuerdo de Charo Sádaba
Charo Sádaba, decana de la Facultad de Comunicación, recuerda al profesor de la siguiente manera: “Con Esteban López-Escobar se nos va una parte importante de nuestra historia. Además de una pena enorme, sentimos la responsabilidad de recibir su herencia, que nos comprometemos a atesorar y a seguir cultivando. Esteban nos enseñó siempre a mirar muy alto y muy lejos. A ser audaces en nuestras metas, particularmente en las de investigación, cuando en España apenas existían los mimbres de la comunicación como ciencia. Y lo hizo dando ejemplo, participando en decenas de proyectos de investigación, dirigiendo numerosas tesis doctorales y publicando en las revistas más relevantes de su campo, la Opinión Pública. También asumió el liderazgo en estas tareas y fue presidente de la World Association for Public Opinion en 2005 y 2006, entre otros muchos cargos que ostentó en instituciones internacionales de diversos ámbitos”.
Charo Sádaba destaca también de la trayectoria del profesor López Escobar “sus múltiples amigos que generosamente compartía con colegas y con doctorandos, y que contribuía a uno de sus rasgos más distintivos: su imagen de hombre de mundo, de intelectual contemporáneo”.
“Su manera de ser y de hacer, llena de gestos y anécdotas, tenía como consecuencia que sus estudiantes tuvieran la certeza de que aquello de lo que hablaba el profesor López-Escobar era muy importante. Y esta fue, me atrevería a decir, una de sus aportaciones más relevantes: dejar grabado a fuego entre decenas de promociones de estudiantes que la teoría de la comunicación y la opinión pública eran asuntos complejos, que requerían de estudio y de esfuerzo para ser comprendidos. Esteban López Escobar ha sido un investigador, un profesor, un maestro, un colega y un amigo excepcional. Ha sido, sobre todo, un actor protagonista de estos más de sesenta y cinco años de historia de la facultad, y nos deja un legado inmenso y rico”, ha concluido la decana.