La Asamblea Ciudadana de Cambio Climático, que integran 30 personas con perfiles representativos de la ciudadanía navarra, avanza en sus trabajos conforme a lo previsto y tendrá el próximo mes de septiembre el informe de recomendaciones que constituye su cometido, una forma pionera de participación ciudadana.

Lo han validado la directora general de Medio Ambiente, Ana Bretaña, y el director de la Oficina de Cambio Climático de Navarra, Fernando Señas, quienes han explicado en el Parlamento los motivos del cambio del equipo contratado para coordinar el proceso, debidos a la renuncia de la empresa al advertir que la dimensión de su labor era mucho mayor que la inicialmente valorada.

Se trata de un órgano compuesto por 30 personas, elegidas por sorteo de entre las 560 que se apuntaron y que son representativas de la ciudadanía, que desde el pasado mes de febrero se reúnen para debatir sobre cómo acometer en Navarra el cambio climático “de una manera efectiva y socialmente justa”.

Este órgano tiene entre sus objetivos desarrollar “un ejercicio participativo y deliberativo para generar reflexión, conocimiento colectivo y favorecer consensos sobre soluciones” ante la complejidad que plantea el contexto de emergencia climática.