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Energía eléctrica en un volcán de la Antártida

Un equipo de investigación de la UPNA constata que funciona el generador termoeléctrico que instalaron en Isla Decepción

Energía eléctrica en un volcán de la Antártida

En una zona remota de la Antártida, se ha conseguido una generación eléctrica continua y renovable durante todo el año. Un generador termoeléctrico que el equipo de investigación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y del instituto ISC, liderado por el catedrático David Astrain, instaló el año pasado, ha soportado con éxito el riguroso invierno polar y muestra un funcionamiento plenamente satisfactorio.

Este hito fue posible gracias a los convertidores termoeléctricos desarrollados por el grupo de investigación en Ingeniería Térmica y de Fluidos de la UPNA, que son capaces de convertir el calor geotérmico, presente en las fumarolas de origen volcánico, en energía eléctrica de manera continua. Es una tecnología inédita patentada por el equipo investigador, que aprovecha la diferencia de temperatura que existe entre el suelo y el ambiente para producir electricidad gracias al efecto Seebeck y a los intercambiadores de calor con cambio de fase de alta eficiencia. Una característica exclusiva de estos generadores es que no necesitan para su funcionamiento elementos móviles, como turbinas, bombas o ventiladores, de manera que es más fácil de instalar, es modular y posee un alto grado de robustez y fiabilidad, ventajas esenciales para su aplicación en las extremas condiciones climáticas de la Antártida.

El estudio geológico en zonas volcánicas, así como su vigilancia, es extremadamente importante para entender mejor sus mecanismos y predecir posibles erupciones, puesto que el 10% de la población mundial vive cerca de un volcán activo, mientras que todavía el 30% de estos volcanes no están monitorizados. Una de las principales causas es, precisamente, el suministro energético, ya que la única tecnología disponible en el mercado son los paneles fotovoltaicos, los cuales presentan graves problemas debido a la discontinuidad del suministro energético, acentuándose en episodios de nieve, niebla, ceniza, calima y la propia noche, cuya duración puede ser de varios meses en latitudes altas, como es el caso de la Antártida.

Tres semanas en Isla Decepción

En esta campaña viajaron a la Antártida Patricia AlegríaNerea Pascual y David Astrain, quien ya había participado en la campaña anterior. Estuvieron tres semanas en la base militar Gabriel de Castilla, en isla Decepción, desde donde han subido a “Cerro Caliente” hasta en 14 ocasiones, para trabajar en sus generadores termoeléctricos. Además de comprobar el correcto funcionamiento de los generadores después del invierno, han instalado más módulos con el objetivo de conseguir mayor potencia eléctrica, permitiendo el suministro de sistemas de geodesia volcánica. Esta tecnología instalada en la Antártida permitirá un gran avance en el estudio geológico y en la vigilancia volcánica, pasando de tener datos únicamente durante los 3 meses que dura la campaña polar, al registro continuo de todo el año y su visionado en tiempo real.