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La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en mujeres, con 712 decesos en Navarra en 2024

Salud implantará el próximo año un proyecto en Atención Primaria para mejorar la detección y el tratamiento de esta patología en mujeres de 40 a 65 años, que ha sido premiado a nivel estatal

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en mujeres, con 712 decesos en Navarra en 2024CEDIDA

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte entre las mujeres, pero la mayoría de ellas no lo sabe, según recoge la Sociedad Española de Cardiología, que apunta que dos de cada tres piensan que es el cáncer. Esto se debe principalmente a que la patología cardiovascularinfarto, insuficiencia cardiaca, enfermedades hipertensivas, ictus, etc.– presenta una mayor prevalencia en hombres.

Sin embargo, las enfermedades cardiovasculares provocan más muertes entre las mujeres que entre los hombres: en 2024 se registraron en Navarra 712 fallecidas por esta causa frente a 665 varones, según recoge la última estadística de mortalidad publicada recientemente por el INE. En total, el año pasado murieron en Navarra 2.990 mujeres, por lo que una de cada cuatro defunciones se debió a la patología cardiovascular.

No obstante, esa percepción social hace que exista una baja sensación de riesgo entre las mujeres en torno a estas enfermedades, lo que hace que siga estando infradiagnosticada, especialmente en etapas perimenopáusicas y en mujeres jóvenes. Por ello, el Departamento de Salud va a implantar un novedoso proyecto en Atención Primaria para detectar y tratar a tiempo la enfermedad cardiovascular en mujeres.

Premio Innova Salud de la Mujer

Se trata de una iniciativa que, además, ha sido galardonada recientemente con el Premio Innova Salud de la Mujer en modelos asistenciales, durante el XXXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, celebrado entre el 12 y el 14 de junio en Las Palmas de Gran Canaria.

En concreto, Mujer y Corazón ha sido ideado por profesionales de Atención Primaria de Osasunbidea, está dirigido a mujeres de entre 40 y 65 años y se va a implementar como proyecto piloto en el centro de salud de Noáin en 2026. Todo nace, según explica Manuel Mozota, médico del centro de salud de Noáin y uno de los impulsores del proyecto, debido a que “casi todos los estudios y los programas de prevención de enfermedades cardiovasculares están dirigidos hacia hombres o hacia ambos sexos (...), pero no hay muchas investigaciones al respecto centradas en las mujeres”. “Vemos cómo las mujeres tienen una baja percepción de riesgo de la enfermedad cardiovascular y muchas no tienen bien ajustados los factores de riesgo”, detalla Mozota.

Según indica, la iniciativa plantea una estrategia innovadora basada en un cribado activo, educación para la salud con enfoque de género, apoyo emocional y trabajo multidisciplinar. Así, a través de indicadores clínicos, se espera mejorar la adherencia a tratamientos y fomentar hábitos de vida saludables para alcanzar un impacto medible en la salud cardiovascular y en la percepción de autocuidado entre las mujeres participantes, un modelo replicable en otros entornos de Atención Primaria. “Tras el desarrollo del proyecto, si los resultados son buenos valoraremos extenderlo a otros centros de salud”, apunta el facultativo.

Cribado de factores de riesgo

Según los investigadores del proyecto, diversos estudios han evidenciado que los síntomas atípicos, la falta de estrategias con perspectiva de género y la infrautilización de pruebas diagnósticas contribuyen a una brecha asistencial de género en el manejo del riesgo cardiovascular. Por ello, el proyecto propone un programa de prevención cardiovascular integral orientado exclusivamente a mujeres de entre 40 y 65 años, llevado a cabo desde el propio centro de salud.

A este grupo de mujeres se les citará para la realización de un cribado activo de factores de riesgo cardiovascular y todas ellas recibirán un seguimiento individualizado de 6 meses por parte de enfermería para, en la última fase, realizar la evaluación clínica y de percepción de riesgo, siempre con el objetivo de reducir las cifras de presión arterial, IMC y colesterol LDL.

El programa también incluye cinco sesiones grupales de educación para la salud con enfoque de género sobre cuestiones como la alimentación, el ejercicio, el manejo del estrés, la autoestima y la importancia de la adherencia a los hábitos saludables. Asimismo, será clave la incorporación de herramientas de inteligencia emocional y autocuidado durante el desarrollo del proyecto.