El Consejo de Ministros aprobó este martes, en primera vuelta, el anteproyecto de Ley de Consumo Sostenible presentado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, que prohíbe el aumento del precio en la reventa de entradas. Así lo dio a conocer el titular de dicha cartera, Pablo Bustinduy, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, donde explicó que el citado anteproyecto legislativo traspone la directiva europea de empoderamiento para la transición ecológica y la de derecho a reparar.

En otras medidas, la norma prohibirá la reventa de entradas cuando se aplique un aumento de precio superior al IPC desde el momento de la compra inicial. “Es una práctica abusiva, especulativa, que no aporta ningún valor a la industria cultural pero que sí hace que se establezcan barreras de clase para el acceso y el disfrute de la cultura”, declaró Bustinduy.

El responsable de Consumo explicó que las entradas “salen a la venta, entran en una cola online y desaparecen para aparecer mágicamente en otro portal de reventa al doble o al triple del precio”. Bustinduy detalló más este procedimiento: “Eso se hace por medio de dispositivos diseñados con bots que compran masivamente las entradas y las llevan para allá. Esto está prohibido, pero evidentemente no está funcionando la aplicación de esa legislación”.

El ministro aclaró que en los casos en los que se constate que se están produciendo operaciones de transacción comercial con entradas por encima del precio original más el IPC, el Ministerio de Consumo podrá actuar de la misma manera que con los pisos turísticos ilegales. “Podremos sancionar y podremos bloquear las webs que se dediquen a esto”, subrayó.

En la actualidad, ya está prohibida la utilización de bots para adquirir entradas de espectáculos culturales y posteriormente revenderlas. Esta restricción fue incorporada a la normativa española como transposición de la directiva europea establecida al respecto. Esta reclama prohibir a los comerciantes que revendan a los consumidores entradas de espectáculos culturales y deportivos que hayan adquirido empleando programas como bots, que les permitan comprar un número de entradas que exceda los límites técnicos impuestos por el vendedor primario de las entradas o sortear cualquier otro medio técnico empleado por el vendedor primario para garantizar la accesibilidad de las entradas a todos los individuos.

El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 considera que esta prohibición no está funcionando. Con la modificación actual se impide que en esa reventa se pueda incrementar el precio de la entrada más allá de la variación del IPC desde el momento de la compra inicial. De este modo, se pretende “atacar los incentivos económicos que hay actualmente en la reventa”. Al igual que con la publicidad de pisos turísticos, la puesta a la venta de entradas en reventa con un precio superior al regulado, convertirá esta actividad en ilícita, algo que ya contempla la normativa de algunos países del entorno, como es el caso de Bélgica y Francia.

Según la consultoría Verified Market Research, la proyección del valor del mercado de reventa de entradas en Europa para 2030 es de unos 7.769 millones de euros, partiendo de una estimación de 1.817 millones en 2024. Teniendo en cuenta que España suele representar entre el 10% y el 15% del mercado secundario europeo de tickets, la evolución del valor del sector en el Estado iría de los 322 millones en 2024 a 932,3 millones anuales en 2030.

FACUA-Consumidores en Acción celebró esta medida, que a su juicio pone fin a un resquicio legal por el que la reventa de entradas se ha convertido “en un gran negocio a través de internet”.