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Las llamas no dan tregua en el noroeste de la Península

La situación en Molezuelas mejora, mientras en Jarilla (Cáceres) el fuego sigue avanzando hacia Plasencia

Las llamas no dan tregua en el noroeste de la PenínsulaBrais Lorenzo

Los incendios forestales continúan castigando con dureza al noroeste peninsular, donde el fuego no da tregua. El que más preocupa es el de Jarilla, en Cáceres, que avanza con rapidez hacia Plasencia tras una noche de intensos trabajos de extinción. La situación contrasta con la leve mejoría registrada en otros puntos, como en Molezuelas de la Carballeda, en la frontera entre León y Zamora, aunque la magnitud de las llamas mantiene en vilo a gran parte del territorio.

En la reunión del Comité Estatal de Coordinación, celebrada por videoconferencia bajo la presidencia de Pedro Sánchez, se constató que 19 de los incendios activos requieren refuerzo estatal. La Unidad Militar de Emergencias mantenía ayer desplegados a 1.400 efectivos en labores directas de ataque, mientras otros 2.000 prestaban apoyo logístico, junto a unos 450 medios aéreos y terrestres repartidos en los frentes más peligrosos.

Un ganadero repara la valla de su finca, afectada por el fuego.

Las altas temperaturas tampoco ayudaron. La Agencia Estatal de Meteorología registró ayer máximas de hasta 39 grados en Zamora, Salamanca y Cáceres, provincias en aviso naranja, y 38 en Ourense, donde los fuegos siguen activos.

En Castilla y León se contabilizan doce incendios en nivel 2. El de Molezuelas, con más de 31.700 hectáreas arrasadas y dos víctimas mortales, permitió el regreso a casa de 2.579 vecinos al mejorar su evolución.

Peor escenario se vive en el de Yeres y Llamas de Cabrera, cuyo avance acerca el fuego a Ponferrada y obligó a desalojar varias pedanías de madrugada. En Ávila, el incendio iniciado en El Herradón de Pinares camina hacia su estabilización y abre la puerta al realojo del barrio de Urraca Miguel, anexionado a la capital.

Los bomberos tratan de apagar el fuego en Casar de Cáceres.

En Galicia, el balance es dramático. Solo en Ourense se superan las 42.000 hectáreas calcinadas, con diez incendios aún activos. Más de 150 personas han tenido que ser evacuadas y 68 continúan confinadas en sus viviendas. El frente de Chandrexa de Queixa se perfila ya como el mayor registrado en Galicia, tras unirse a los de Requeixo, Parafita y Vilariño de Conso-Mormentelos, con más de 16.000 hectáreas arrasadas. La Brigada Galicia VII del Ejército se sumó ayer a los trabajos de extinción. Otros fuegos permanecen activos en A Coruña y Pontevedra.

En Asturias, seis incendios siguen activos, mientras otros siete están controlados y uno estabilizado. El de Genestoso, en Cangas del Narcea, obligó a evacuar a cuatro personas, aunque la caída de temperaturas y la humedad permitieron una ligera mejoría.

La situación de los heridos ingresados desde el pasado miércoles por graves quemaduras en Castilla y León sigue siendo crítica para cuatro de ellos, otro está grave y el sexto permanece estable con una evolución positiva. Además, cuatro militares de la UME resultaron heridos este viernes en Yeres (León).

Extremadura, preocupa Jarilla

El incendio de Jarilla (Cáceres) que, tras quemar 4.800 hectáreas llegó a estar estabilizado, se reactivó el viernes y mantiene dos frentes muy complicados en el Valle del Jerte. Varias viviendas de la urbanización Navas de la Mata, en Casar de Cáceres, resultaron arrasadas. Ayer permanecían confinados los vecinos de Casas del Monte y de Segura de Toro.

Sin embargo, el fuego de Casar de Cáceres, que la noche del viernes preocupaba mucho, evoluciona favorablemente después de calcinar unas 3.000 hectáreas.

La Junta de Extremadura ha solicitado el despliegue de medios del Ejército y del Mecanismo Europeo de Protección Civil ante la gravedad de la situación.

El apunte

Picos de Europa. Castilla y León, Asturias y Cantabria pidieron ayer a la población el cese de cualquier actividad en los Picos de Europa debido a los incendios.

El objetivo es evitar el tránsito de personas por caminos y senderos, con el fin de garantizar su seguridad y facilitar las labores de extinción. El Gobierno del Principado ha suspendido hasta mañana seis rutas de transporte público vinculadas a las reservas de la biosfera, mientras que el funicular de Bulnes funciona únicamente para residentes y personas alojadas en la localidad.