El centro Civican acogió ayer una jornada sobre comunicación y cooperación internacional en la que se hizo balance de los dos primeros años de Inolvidables, un proyecto de la Fundación Caja Navarra que trata de dar visibilidad a las crisis humanitarias olvidadas. En estas ediciones iniciales, Inolvidables ha conseguido, con la complicidad de los medios de comunicación y entidades de cooperación, más de 70 impactos sobre crisis olvidadas.
El objetivo principal es lograr mayor visibilidad para este tipo de situaciones humanitarias, con el fin de sensibilizar a la sociedad y permitir que las entidades de cooperación consigan más fondos para sus proyectos.
En la jornada participaron José Ángel Andrés, presidente de Fundación Caja Navarra; Judith Torrea, periodista navarra especializada en derechos humanos y violencia en México y Latinoamérica; Ana Ibarra, directora adjunta de DIARIO DE NOTICIAS; y Maider Gabilondo, delegada de UNICEF en Navarra.
Colaboración que traspasa fronteras
Durante el encuentro se presentó la colaboración de Fundación Caja Navarra en 2025 con la entidad Salam Gaza para poner en marcha el proyecto Apoyo Educativo para Huérfanos en la Escuela Al-Amal, que se desarrollará en Gaza (Palestina) a partir de octubre de 2025. La aportación asciende a 41.000 euros para apoyar a la infancia más vulnerable en un contexto de emergencia humanitaria. El programa está dirigido a 240 niños y niñas huérfanos, con edades entre 6 y 12 años, que han perdido a sus progenitores como consecuencia directa de la guerra. El proyecto será ejecutado por el Instituto Al-Amal para Huérfanos, organización palestina con más de 70 años de trayectoria en el cuidado integral de menores sin tutela, en colaboración con la asociación navarra Salam Gaza.
Al respecto, el presidente de Fundación Caja Navarra, José Ángel Andrés, destacó la firma de este convenio, recalcando que “el valor cualitativo de nuestra Fundación es animar a que medios y ONG establezcan alianzas. No solo coordinamos, también impulsamos proyectos que provocan mayor impacto. Fundación Caja Navarra contagia propósito”. Subrayó asimismo la importancia de la alianza entre entidades de cooperación y medios de comunicación, al tiempo que agradeció y reconoció su participación en el Proyecto Inolvidables. “Han sido fundamentales en el paso de lo olvidado a lo recordado”, señaló.
Andrés aprovechó también para poner en valor los resultados del balance de las dos primeras ediciones, destacando que “para Fundación Caja Navarra supone una satisfacción dar visibilidad a crisis injustas”.
La periodista Judith Torrea, con más de dos décadas de experiencia cubriendo violencia y derechos humanos en México y Latinoamérica, ofreció su visión sobre los retos del periodismo en contextos de violencia extrema, señalando que “contar el horror y sobrevivir a él –en todos los sentidos– es uno de los grandes retos para quienes cubrimos cualquier tipo de violencia, desde la violencia de género hasta los conflictos armados”.
Destacó que “pocas veces se habla sin tabúes de los efectos que tiene la cobertura de situaciones traumáticas, tanto en las personas que comparten su historia como en los propios reporteros” y añadió que “intentar ser conscientes de ello y conocer algunas claves para protegernos y proteger a las víctimas es fundamental para seguir haciendo periodismo sin quebrar más ni quebrarnos”.
Durante la mesa redonda, en la que participaron la periodista Ana Ibarra y la delegada de UNICEF en Navarra, Maider Gabilondo, Ibarra compartió su experiencia acercándose a la realidad de la infancia en conflictos olvidados. Contó que “como periodista y parte del equipo de coordinación de DIARIO DE NOTICIAS ha sido una oportunidad maravillosa conocer de cerca el trabajo de organizaciones tan potentes como UNICEF, con el apoyo de Fundación Caja Navarra”.
Recordó el caso de Amina, una joven de Centroáfrica que, tras ser reclutada como soldado, logró escapar de esa espiral de violencia y empezar de nuevo. “Gracias a la ayuda recibida pudo aprender un oficio y rehacer su vida. Son estas historias personales las que nos conectan y nos recuerdan la necesidad de mantener la solidaridad y la ayuda constante”, explicó. También subrayó que “en Gaza, Sudán o Siria, miles de niños siguen sufriendo violencia, desnutrición, desplazamientos forzosos y la pérdida de hogares, escuelas y hospitales, cuando no mueren bajo bombardeos indiscriminados”.
Por su parte, Maider Gabilondo destacó el valor de contar estas realidades y visibilizar el impacto del trabajo de UNICEF. Señaló que “para UNICEF es una oportunidad acercar a la sociedad navarra lo que estamos haciendo y contar a nuestros socios y donantes el impacto que tiene cada euro en la vida de la infancia”. Añadió que “valoramos muy positivamente tener espacios donde explicar cómo trabajamos y cómo impulsamos procesos a medio y largo plazo” y subrayó que “junto a nuestra red de aliados locales, públicos y privados, estamos transformando realidades en países golpeados por crisis humanitarias que duran décadas y que, en muchos casos, permanecen invisibles y olvidadas”. Concluyó que “se trata de contar historias de lugares y personas que rara vez encuentran espacio en los medios de comunicación”.