Los juzgados de violencia, con un 59% de sobrecarga antes de asumir los delitos sexuales
El 6 de octubre se convierten en los órganos competentes para investigar cualquier asunto de violencia sexual, unos 400 al año en Navarra, y lo harán sin refuerzos
En apenas una semana los dos juzgados de Violencia sobre la Mujer especializados en Pamplonacomenzarán a asumir a su vez la competencia para investigar todos aquellos delitos sexuales que se produzcan. Es decir, cualquier agresión sexual de la forma que sea, aunque no exista ninguna relación entre la víctima y el agresor, pasará a ser competencia de los órganos de Violencia. Igualmente pasará con asuntos de trata de mujeres o de mutilación genital femenina. No es un asunto menor. Al año se denuncian en Navarra una media de 400-500 delitos sexuales.
En los siete primeros meses de este año, hasta julio, las denuncias policiales por violencia sexual que constan en el Instituto Navarro de Igualdad suman 182 procedimientos, 88 de dichos delitos cometidos sobre víctimas que no habían alcanzado la mayoría de edad y tenían por tanto menos de 18 años. Si se hiciera una alocución solo de cifras, como ya advirtió el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, Julián Huarte, en la apertura del año judicial esta semana, los juzgados de Violencia sobre la Mujer arrastran de base una sobrecarga de trabajo del 59% por encima del módulo de asuntos que se entiende como óptimo para su resolución. Cada uno de los juzgados de Violencia tramita más de 2.000 expedientes al año. A esta cifra desatada se unirán ahora los centenares de delitos sexuales mencionados y que hasta ahora se instruía en los juzgados de Instrucción ordinarios, como cualquier otro delito. Sin embargo, despojados del tamaño de las cifras, conviene ser consciente, dicen los jueces especializados, que en los órganos de Violencia se resuelven numerosas cuestiones que tienen que ver con una vida entera. “Son asuntos en los que hay que hablar del matrimonio, de los hijos, de unas órdenes de alejamiento respecto de tu propia pareja o del que ha sido tu marido, una petición que se tiene que responder en 72 horas y necesitas tiempo para escuchar a todos los implicados, ver si hay menores... Me refiero a que son asuntos que requieren sus tiempos, que no son situaciones nada agradables y que a las víctimas no se les puede meter prisa”, cuenta la magistrada Esther Fernández-Arjonilla, con nueve años de experiencia en el juzgado de Violencia 1 en Pamplona. El TSJN elaboró un informe reclamando otros dos juzgados exclusivos de violencia habida cuenta de la avalancha que está por llegar. Su propuesta no ha sido ni respondida.
“La atención a las víctimas no va a poder ser igual; habrá retrasos”
El origen de esta asunción de competencias inminente para estos juzgados viene derivado de la entrada en vigor en enero de la Ley de Eficiencia Judicial, que daba una moratoria de 9 meses para que dichos órganos asumieran la violencia sexual. Con la aprobación de la ley de libertad sexual de 2022, la ley del solo sí es sí, ya se contemplaba que los juzgados de violencia ampliaran sus competencias, como también está previsto en el conocido Convenio de Estambul de 2014, ratificado por España. Sin em-bargo, el Grupo de Expertos en la Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (Grevio) ya advertía al Gobierno español de que debe garantizar que está actuación se haga con los medios adecuados.
El Tribunal Superiro de Justicia de Navarra recoge en su Memoria de 2024, al hilo del trabajo acumulado en este ámbito, que la entrada en funcionamiento del segundo juzgado de Violencia, “beneficiosa sin lugar a dudas, no ha supuesto el alivio esperado. El incremento de los asuntos ingresados, las dificultades de funcionamiento, bien por falta de respuesta a oficios y reiteraciones de geolocalización a Cometa en los delitos de quebrantamiento supone la paralización de en torno al 25% de los asuntos penales en tramitación. La preocupación por la entrada en vigor de la Ley 1/2025 no invita al optimismo”.