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DESAYUNOS DNN CON TABERNA
Nahia AzpiazuCapitana de Osasuna Femenino

Desayunosdnn con Taberna: “Con humildad se puede llegar muy lejos; tanto en el fútbol como en la vida”

Desde sus primeros pasos en la cantera hasta asumir el brazalete de capitana del primer equipo, Nahia Azpiazu encarna el liderazgo, la constancia y el esfuerzo dentro y fuera del césped, convirtiéndose en un referente para las jóvenes futbolistas

Nahia Azpiazu en Desayunos DNN con TabernaDIARIO DE NOTICIAS

Nahia Azpiazu, capitana de Osasuna Femenino, es una de las figuras destacadas del fútbol navarro actual. Desde sus inicios en la cantera hasta asumir el liderazgo del primer equipo, su trayectoria refleja el crecimiento y la consolidación del fútbol femenino en Navarra.

En esta conversación con la periodista Itsaso Mitxitorena, que forma parte del ciclo Desayunosdnn con Taberna, repasa su recorrido en el club, su papel como mujer al frente de un vestuario y la importancia del trabajo diario en un deporte que sigue ganando terreno.

¿Cómo te defines más allá de tu faceta como futbolista?

Creo que soy una persona bastante responsable y sociable. Me gusta mucho interactuar con la gente, hablar, compartir. Y, sobre todo, cuidar a las personas que quiero. Soy bastante atenta en ese sentido.

¿Qué significa para ti crecer y jugar en Navarra, representando a un club tan emblemático como Osasuna?

Para alguien que ha nacido y vivido aquí, es un orgullo enorme. El día que me llamó Osasuna fue muy especial, me hizo muchísima ilusión.

¿Cómo fueron tus primeros pasos en el fútbol y qué despertó tu pasión por este deporte?

La verdad es que no lo sé exactamente. Desde pequeña me encantaba jugar en el patio con mis amigos, siempre estaba con un balón. Creo que simplemente me nació de forma natural.

¿Hubo alguien o alguna experiencia que te inspirara a seguir este camino siendo mujer en el fútbol?

Nunca tuve una referente femenina, porque hace unos años el fútbol femenino no era tan visible. Por desgracia, no pude crecer con un modelo cercano. Pero ahora la cosa está cambiando: las niñas que empiezan a jugar ya pueden tener referentes mujeres, y eso es muy positivo.

¿Tienes algún referente futbolístico, alguien cuya trayectoria te haya inspirado?

Sí, mi abuelo. Falleció cuando yo era muy pequeña, pero por las historias y fotos que me ha contado mi familia, puedo decir que era él.

Desde tus inicios hasta convertirte en capitana, ¿cómo ha sido tu recorrido en Osasuna Femenino?

Llegué a Osasuna hace casi siete años. Empecé en el segundo equipo y hace dos subí al primero. Este año, además, tengo la oportunidad de ser capitana. Para mí es un orgullo y una gran ilusión.

¿Qué significa para ti liderar un equipo de mujeres en el fútbol navarro?

Tengo que admitir que mi equipo me lo pone muy fácil. Tenemos un grupo muy bueno, con una competitividad sana y un ambiente increíble. Eso hace que el liderazgo sea más sencillo. Aun así, es una gran responsabilidad.

¿Algún partido o momento clave en El Sadar que recuerdes como un antes y un después en tu carrera?

Sí. Hace dos años jugamos la final del playoff de ascenso en El Sadar. Fue una experiencia agridulce, porque no tuve la oportunidad de jugar, pero estar en el campo, ver a mis amigos con una pancarta, a mi familia animándome… fue muy especial. Escuchar a la gente desde la banda y sentir ese ambiente fue increíble.

¿Cómo gestionas la presión en partidos tan especiales como ese?

El día anterior fuimos al Sadar para que no nos impresionara tanto. Es un estadio que impone. Recuerdo que hicimos fotos, bromeamos… y el día del partido, ya en el vestuario, se me ponía la piel de gallina. Fue muy emocionante.

Como mujer en el fútbol, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado?

He tenido mucha suerte, porque siempre me han tratado muy bien. Al principio jugaba con chicos, porque no había suficientes chicas para formar un equipo, y mis compañeros siempre me apoyaron. Es cierto que a veces sorprendía a los rivales, pero siempre me sentí arropada.

Nahia Azpiazu en Desayunos DNN con Taberna

¿Qué valores intentas transmitir a las jóvenes futbolistas de Navarra y de España?

Intento transmitir humildad, porque con ella se puede llegar muy lejos, no solo en el fútbol sino en la vida. También la constancia y el trabajo son clave: si quieres lograr algo, debes esforzarte cada día.

¿Cómo ha evolucionado el fútbol femenino en Navarra y en Osasuna en los últimos años?

Ha habido un cambio enorme. Hace unos años solo existía el primer y el segundo equipo femenino, y ahora hay una estructura completa: fútbol 8, infantiles, un tercer equipo… Es un crecimiento impresionante.

¿Qué papel juegan la solidaridad y el trabajo en equipo en vuestro vestuario?

Son el pilar fundamental. El fútbol es un deporte de equipo, y cuanto mejor sea el grupo, más se disfruta del proceso. Además, eso se traduce en mejores resultados.

¿Qué hobbies o actividades disfrutas fuera del fútbol?

Creo que es muy importante desconectar. Estudio CAFYD en Vitoria porque me encanta el deporte y cuando tengo tiempo suelo quedar con mis amigas, hacer algo de ejercicio o simplemente tomar un café con ellas.

¿Qué sientes al ponerte el brazalete de capitana?

Se me hace raro, porque nunca lo había sido antes. Pero creo que no he cambiado mi forma de ser. Siempre he tenido un rol de liderazgo natural en el equipo, y quizá eso fue lo que llevó a que me eligieran.

¿Cómo concilias tu vida personal con la exigencia de ser capitana y estudiante?

Organizándome bien. Entre entrenamientos, estudios y tiempo con mis amigas, intento llevar todo al día. La clave es la organización.

¿Cuáles son tus objetivos personales y los del equipo para la próxima temporada?

Seguir creciendo y aprendiendo, tanto de mis compañeras como del cuerpo técnico. Y, como equipo, disfrutar del año, hacer una buena temporada y, si es posible, conseguir algo grande.

¿Qué mensaje te gustaría dejar a las jóvenes navarras que sueñan con jugar al fútbol profesionalmente?

Que trabajen duro, que sean constantes y que nunca pierdan la ilusión. Si disfrutan del camino, las oportunidades llegarán.