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Patricia Abad, directora del INAI: “Las agresiones ocurren en entornos cercanos, no solo de noche, camino a casa”

El Instituto Navarro para la igualdad evoluciona de manera constante para prevenir e identificar las nuevas violencias emergentes, como la digital

Patricia Abad, directora del INAI: “Las agresiones ocurren en entornos cercanos, no solo de noche, camino a casa”Patxi Cascante

La semilla de la que nació el Instituto Navarro para la Igualdad (INAI), en 1995, fue germinando de forma paulatina en la sociedad navarra de la época. Según rememora Clotilde García –quien fue la primera directora del organismo, cuando todavía recibía el nombre de Instituto de la Mujer–, “en la ciudadanía y en el movimiento feminista de la comunidad iba creciendo un sentimiento de lucha y autoafirmación que reivindicaba medidas que, de verdad, consiguieran la igualdad”. De esta manera, el reducidoequipo que constituía el Instituto, que cabía en un solo despacho, pero era tremendamente eficaz, consolidó la estructura de las acciones por la igualdad en Navarra; una estructura que, según Patricia Abad, directora actual del INAI, “ha perdurado hasta hoy”.

Desde 1991 hasta 1995, las labores estuvieron orientadas a formalizar y legalizar la labor del organismo, que se venían ejerciendo bajo una visión, señala García, “que no era de igualdad, sino de atención a la mujer como grupo discriminado, como colectivo desfavorecido”. “Noera un servicio transversal para la sociedad, como sí que lo es ahora, sino que brindaba atención asistencial a un colectivo desde el criterio de una falta de integración”, añade Abad. De esta manera, las problemáticas de las mujeres, “que somos la mitad de la población”, puntualiza la actual directora, se estaban tratando de resolver de la misma forma que otras desigualdades como la pobreza, la vejez o la discapacidad.

Una vez consolidado, el Instituto Navarro de la Mujer (ahora INAI) afinó su perspectiva, que para García es “la mejor que podía haber adquirido”. “Desde el principio ha primado un pensamiento de generalidad, intersección y transversalidad”, explica la exdirectora. Un factor que Patricia Abad define como “imprescindible al tratarse de un servicio que busca crear mentalidad, información, presencia...”.

Falta de recursos

Aunque desde un primer momento el proyecto recibió mucha colaboración por parte de las administraciones, “la dotación era, en muchos aspectos, muy escasa”, reconoce García. “Nos dieron unas competencias nuevas, pero no aumentaron los medios. De hecho, nos dijeron que los recursos aumentarían cuando fuéramos capaces de demostrar buenos resultados”, recuerda. Esta exigencia, apunta Abad, perdura 30 años después. “Las mujeres siempre nos lo hemos tenido que ganar todo, y eso sigue siendo así”, sostiene. 

“Siempre había que proponer, tomar la iniciativa e insistir”, critica García. Por suerte, tiempo después, la normativa comenzó a establecer que “se debe destinar determinado presupuesto y personal a la causa, además de contar con unidades de igualdad en todos los departamentos”, detalla Abad. No obstante, revela la directora, “aunque este año ha habido un incremento importante, todavía no se destina el 1% que, en teoría, el Gobierno de Navarra debe reservar para políticas de igualdad de género”. Al mismo tiempo, “los avances han sido tan significativos y el volumen de mujeres que se atreven a denunciar ha aumentado tanto que, ahora, el reto es redimensionarnos para atender de manera correcta a todas las víctimas de violencia de género”, confiesa.

Las bases

Patricia Abad identifica tres acciones principales dentro del INAI. En primer lugar la transversalidad, “conseguir que la igualdad y las iniciativas en materia de violencia de género estén presentes en todas las áreas del Gobierno, tanto en la cultura, como en el deporte y los derechos sociales”, desarrolla. Al mismo tiempo, el Instituto trabaja de forma exhaustiva en desarrollar recursos para prevenir y detectar la violencia contra las mujeres. “El diseño de la red de atención, el Centro de Atención Integral a las Violencias Sexuales o los recursos de acogida se llevan muchos de nuestros esfuerzos”, admite.

Quizás porque en la generación a la que pertenece García, este pensamiento hostiga de manera especial a las mujeres, la exdirectora no puede olvidar mencionar los cuidados, “una labor que, históricamente, ha recaído sobre las mujeres y nos ha obligado a renunciar a lo que nos gusta”. Este hecho, añade Abad, “es uno de los más complejos porque, para cambiarlo, es necesario transformar todo el modelo social que tenemos”. Por este motivo, en la actualidad, los cuidados constituyen una de las principales líneas de acción del INAI porque, como apunta la actual directora, “si no lo cambiamos, lo seguiremos reproduciendo”.

Entornos conocidos

Clotilde García destaca, en especial, dos acciones que el INAI ha promovido para tratar de erradicar la violencia de género: las paradas de los autobusesnocturnos a demanda y la iluminación de las zonas oscuras de la ciudad y de los entornos rurales. Mientras, Abad insiste en recordar que, al contrario de lo arraigado en el imaginario social, las agresiones, la violencia sexual, “no tiene lugar mayoritariamente en la calle, de noche, en un lugar oscuro y de camino a casa, sino que acostumbra a suceder en los entornos conocidos y cercanos”. Por ello, Abad subraya que “se necesita una actualización constante porque la violencia digital, por ejemplo, ha dado una nueva dimensión al acoso, que ahora puede ser anónimo y ocurrir durante las 24 horas del día,aunque te mudes”.

Al echar la vista atrás, Clotilde García recuerda con cariño sus días como primera directora del INAI. “Para mí no era ir a mi lugar de trabajo, era acudir a mi puesto de militancia. El compromiso con lo que haces aquí se convierte en parte de ti”, relata emocionada. Mientras, Patricia Abad reconoce que “trabajar aquí y dejar una capa sobre la que futuras compañeras actuarán es un privilegio” y recalca que, para ella, el INAI “es y tiene que ser un organismo clave para las políticas de igualdad y la erradicación de la violencia de género”.