La Jefatura Provincial de Tráfico de Navarra ha desmentido los "bulos" que circulan en torno a la baliza V-16, que será obligatoria desde el próximo 1 de enero, y ha destacado, entre otras cuestiones, que es anónima -no identifica al conductor, ni el trayecto realizado, ni la velocidad a la que circulaba el vehículo-, solo geoposiciona un obstáculo -y únicamente al encenderla- y no llama al 112.

Así lo han dado a conocer este viernes la delegada del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría; la jefa provincial de Tráfico, Belén Santamaría; y el teniente coronel jefe del sector de Tráfico de la Guardia Civil de Navarra, Agustín Aznárez.

Según Echeverría, con esta baliza se busca reducir la exposición del conductor al ir a colocar los triángulos de emergencia, ya que cada año fallecen atropelladas en carretera en España alrededor de 25 personas que habían bajado del vehículo, "muchas de ellas mientras intentaban señalizar una avería o colocar los triángulos".

Tras considerar que "se está produciendo cierta desinformación" al respecto, Echeverría ha apostado por "aclarar posibles dudas" de esta "novedosa" medida. "Implantar medidas innovadoras para reducir el índice de siniestralidad siempre es positivo", ha apuntado. España, ha dicho, "va a ser un país que toma la iniciativa". "Tendremos que estudiar cuál es la eficacia real de esa medida, que nos lo va a decir el paso del tiempo. También somos conscientes de que va a haber resistencias", ha remarcado.

Solo son válidas las balizas homologadas y publicadas en el listado oficial de la DGT tras superar ensayos certificados. Deben incluir el nombre del laboratorio y el número de certificado grabado en la tulipa. Usar un dispositivo no certificado no es válido.

En este sentido, Santamaría ha destacado la importancia de que la baliza esté conectada. Para comprobar que se trata de una baliza homologada, Santamaría recomienda localizar el número que aparece en relieve en la tulipa, y confirmar que aparece en la lista facilitada por la DGT.   

"BULOS" SOBRE LA BALIZA 

Entre otras cuestiones, Santamaría ha incidido en que la baliza solo notifica que "hay en un punto un obstáculo en la calzada", sin aportar más datos, y únicamente al encenderla. "Todo el resto del trayecto que hemos hecho, la velocidad a la que hemos ido, eso no lo indica", ha asegurado.

En este sentido, ha advertido de que ciertas compañías, al comprar la baliza, ofrecen contratar servicios suplementarios -como asociarla a una app que además avise al servicio de emergencias, al seguro o al taller-. "Eso parece en principio una buena idea, pero ahí sí que van a empezar a pedir datos -cómo te llamas o la matrícula del coche-. Y si se contratan esos servicios auxiliares, esta baliza podrá hacer algún tipo de seguimiento, pero no por la baliza, sino por lo que se ha contratado con ella. Pero si no se da ningún dato ni del conductor, ni del titular, ni tampoco de la matrícula, esto solo no es capaz de identificar ni a un conductor ni a una matrícula de un vehículo. Solo sabe que hay un obstáculo en un punto concreto de una vía concreta", ha insistido.

También ha remarcado que la baliza "no llama a emergencias, no llama a ningún sitio". "La señal llega a la nube DGT 3.0 y solo indica que hay un obstáculo. Que nadie piense que al encenderla esto va a mandar una llamada al 112, porque no es así. Solo posiciona una inmovilización. Si nosotros necesitamos la ayuda de un servicio de emergencias tenemos que ser nosotros quienes avisemos", ha comentado.

La V-16 solo transmite la ubicación del vehículo al activarse. No registra la velocidad, ni hace seguimiento alguno, a la vez que no transmite datos personales ni puede identificar la matrícula.

La baliza V-16 ya incluye en su interior todos los elementos necesarios para su correcto funcionamiento, como son un chip GPS y una tarjeta SIM no extraíble y sobre redes de telecomunicaciones de amplia cobertura. No requiere aplicaciones adicionales, teléfonos ni emparejamientos. Basta con encenderla y colocarla en el exterior del vehículo.

La baliza emplea redes IoT especializadas capaces de operar en condiciones difíciles. En los casos donde ni siquiera estas redes estén disponibles, la baliza seguirá funcionando como señal. La conectividad está incluida en el precio y las operadoras no cobran al usuario.

La V-16 es válida para vehículos españoles que circulen por los países firmantes de la Convención de Viena, entre los que se incluyen Portugal, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido.

Una vez encendida, la baliza tiene un margen de 100 segundos antes de empezar a emitir la señal, y cada 100 segundos vuelve a repetir la señal. "A los fabricantes se les ha exigido que esto dure encendido por lo menos media hora. Pero si antes de la media hora esto se apagase porque nosotros lo hemos apagado, el sistema recibe la señal de que la inmovilización ha cesado", ha explicado.

La mayoría de las balizas funcionan con las pilas, con una duración estimada de año y medio, si bien al año se aconseja revisarlas.

La infracción por no llevar la baliza V-16 es leve y su sanción es de 80 euros, misma cantidad que la establecida para el que no llevara los triángulos de preseñalización. Sin embargo, en caso de sufrir un accidente y no poder señalizarlo por carecer de la baliza, pasaría a ser una infracción grave, que rondaría los 200 euros.   

QUÉ VEHÍCULOS ESTÁN OBLIGADOS A LLEVARLA

Los vehículos que deberán llevar este dispositivo, único autorizado para señalizar una avería o incidencia en carretera, son turismos, furgonetas, autobuses, vehículos mixtos, camiones y conjuntos de vehículos no especiales. En el caso de las motocicletas, "aunque no existe obligación, su utilización resulta muy aconsejable por razones de seguridad".

La V-16 funciona de manera "totalmente autónoma" gracias a una tarjeta SIM integrada, sin necesidad de teléfono móvil ni aplicaciones externas. Las compañías de telecomunicaciones "no cobran adicionalmente por este servicio, ya que la normativa garantiza una conectividad mínima de 12 años incluida en el precio del dispositivo".

La baliza debe guardarse cargada en la guantera o en otro lugar accesible dentro del vehículo y, en caso de tener que usarla, se enciende y se coloca desde el interior del coche en la parte más alta posible, de modo que su visibilidad física sea mayor. En caso de que no se pueda colocar en el techo del vehículo, como ocurre en los autobuses y camiones, se puede colocar en la puerta del conductor.

Una vez encendida y colocada en lo alto del vehículo, a la vez que emite la señal luminosa, transmite de forma automática la ubicación exacta del vehículo averiado a la plataforma DGT 3.0 de modo que los conductores que circulen por la zona de influencia del vehículo parado reciban esta información a través de sus navegadores, aplicaciones de movilidad o paneles de mensaje variable.

Una vez activada, "en caso de accidente o avería, como norma general, si el vehículo está inmovilizado sin posibilidad de reemprender la marcha, los ocupantes deberán abandonar el vehículo, siempre que exista un lugar seguro fuera de la plataforma de circulación y, en todo caso, deberán salir del vehículo por el lado contrario al flujo de tráfico sin transitar o permanecer en los carriles o arcenes que conforman dicha plataforma". Si las condiciones de circulación "no permitieran a los ocupantes abandonar el vehículo con seguridad, permanecerán en el habitáculo con el cinturón abrochado".