Un hallazgo arqueológico en el yacimiento de Andelo (Mendigorría, Navarra) ha sacado a la luz los esqueletos de cuatro individuos perinatales (concepto que hace referencia al momento cercano al nacimiento), fechables con el momento fundacional de la antigua ciudad vascona (siglos II-I a. C.). El descubrimiento se enmarca en la tesis doctoral de Íñigo Portela Santamaría en la Universidad Pública de Navarra, bajo la dirección de la catedrática Eloísa Ramírez Vaquero y el profesor Javier Armendáriz Martija, investigadores del Instituto I-COMMUNITAS. Este trabajo aborda el proceso de implantación y desarrollo del modelo urbano romano en el valle del Ebro, tomando como caso de estudio Andelo y su territorio.

De izq. a dcha.: Maitane Tirapu (osteoarqueóloga), Íñigo Portela (investigador y responsable de la excavación arqueológica), Javier Armendáriz (profesor) y José Luis Urrutia (arqueólogo colaborador en la investigación), en el Laboratorio de Arqueología de la UPNA. CEDIDA

El proyecto de investigación ha contado con la labor técnica de la empresa SOT Prospecció Arqueològica y la aprobación del equipo arqueológico del Servicio de Patrimonio Histórico, dependiente de la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra, que ha financiado los trabajos realizados. A partir de los resultados, el equipo planteó dos sondeos estratigráficos destinados a analizar las fases de ocupación y determinar el momento fundacional de la ciudad. Fue durante el proceso de excavación arqueológica cuando se localizaron las fosas de inhumación de los cuatro individuos perinatales que se están estudiando en el Laboratorio de Arqueología de la UPNA. “Se trata de un hallazgo excepcional que marca el primer momento de ocupación del enclave y aporta un testimonio humano de sus orígenes”, afirma Íñigo Portela.

La romanización de la Zona Media

El contexto arqueológico sitúa estos enterramientos entre finales del siglo II y la primera mitad del I a.C., coincidiendo con el proceso de romanización de la Zona Media de Navarra y la transformación del modelo de poblamiento prerromano en las primeras “civitates” instauradas por Roma. “En esta época, el ritual funerario predominante era la cremación, reservándose la inhumación para los individuos infantiles, que eran enterrados en el interior de las viviendas”, describe el investigador en formación.

Maitane Tirapu e Íñigo Portela, estudiando los huesos encontrados en el Laboratorio de Arqueología de la UPNA. CEDIDA

Los restos están siendo estudiados por las osteoarqueólogas Maitane Tirapu de Goñi y Patxuka de Miguel Ibáñez en las instalaciones del nuevo Laboratorio de Arqueología de la UPNA. Los análisis preliminares indican que los individuos tenían entre 34 y 40 semanas de gestación. De momento, no se han identificado signos patológicos que pudieran haber dejado testimonio en sus huesos. 

Próximamente se realizarán dataciones radiocarbónicas y estudios genéticos para determinar la filiación étnico-cultural y los posibles vínculos de parentesco entre los cuatro individuos. “Los resultados, contrastados con los de otros yacimientos, podrán ofrecer una valiosa información concerniente al proceso de aculturación romana desarrollado en la cuenca media del Arga”, señala Íñigo Portela.

Laboratorio de Arqueología de la UPNA 

Desde el pasado junio, la UPNA cuenta con el Laboratorio de Arqueología, situado en la Unidad Científico-Técnica de Apoyo a la Investigación (UCTAI) en el edificio del Sario del campus de Arrosadia. Se trata de una nueva infraestructura de investigación arqueológica, vinculada al Instituto I-COMMUNITAS y al Departamento de Ciencias Humanas y de la Educación. Este equipamiento científico del Área de Arqueología de la UPNA ha sido cofinanciado por el Departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital del Gobierno de Navarra en su convocatoria de equipamientos e infraestructuras I+D de 2024. En él, el alumnado del Grado en Historia y Patrimonio desarrolla sus prácticas vinculadas a proyectos de investigación arqueológica como este de la ciudad romana de Andelo (Mendigorría), el de la ciudad berona de La Custodia (Viana) o el del Castillo de Tiebas.