El supuesto agresor sexual de una niña de 8 años en Barañáin, A.J.B.L., que fue apaleado este pasado fin de semana por otros presos en el centro penitenciario de Pamplona, ha sido puesto en régimen de protección por parte de la Dirección para evitar otras posibles agresiones a manos de reclusos.

El hombre, de 49 años y nacionalidad española, permanece en el módulo de ingresos de la cárcel de Pamplona desde que el sábado por la tarde regresó al centro después de ser atendido en el Hospital Universitario de Navarra (HUN) de las lesiones que le ocasionar otros cuatro presos en la hora del desayuno. La agresión, ocurrida en una sala común que comparten los internos, cesó tras la intervención de los funcionarios de Instituciones Penitenciarias.

La posibilidad de acogerse al régimen de protección está contemplada en el Reglamento Penitenciario y es potestad del recluso solicitarlo, si bien también la Dirección de la prisión la puede acordar en atención al riesgo de que un interno sea agredido por otros, "para salvaguardar su vida o integridad física". En todo caso, es la misma Dirección del centro la que debe acordarla.

22 horas en la celda

En este régimen, asimilable al primer grado penitenciario, los reclusos de la cárcel de Pamplona ocupan celdas en solitario en el módulo de ingresos, apartados del resto de la población penitenciaria. A diferencia del resto de los presos, realizan todas las comidas en el interior de su celda, ya que permanecen en ella 22 horas al día, y únicamente se les permite salir al patio en momentos en los que el resto de los reclusos no lo hacen.

Por su parte, los cuatro presos que supuestamente propinaron puñetazos y patadas a A.J.B.L. también han sido puestos en el mismo régimen de aislamiento que el hombre detenido por agredir sexualmente a una niña en un domicilio de Barañáin en el mes de agosto de 2022, en este caso por su peligrosidad.