La inspección ocular técnico policial llevada a cabo por los agentes de la Policía Foral de la escena del crimen de Villava concluyó que el acuchillamiento mortal de Alfredo Ogando Uceta Gualey, de 48 añosy vecino de la Rochapea, se produjo íntegramente en el interior del coche en el que se encontraba sentado el hombre, que recibió un total de 25 navajazos. Así lo expusieron los miembros de la División de Policía Científica de la Policía Foral en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Navarra contra Yaronknys Miguel Jiménez Pérez, Emmanuel Florentino Alcántara y Diana Sugeid Santana Mateo, quienes desdijeron la legítima defensa alegada por el autor material del crimen.

Los agentes del Cuerpo autonómico explicaron ante el jurado popular encargado del enjuiciamiento de los tres acusados que únicamente hallaron restos de sangre con “patrón de impacto”, es decir, aquellas marcas que “se producen por la acción violenta del agresor contra el cuerpo de la víctima”, en el interior del Peugeot 3008 en el que se había trasladado el hombre con la acusada hasta el Hotel Villava.

Por todo el interior

Dichas marcas con patrón de impacto fueron halladas por los especialistas de la Policía Foral “en el techo del vehículo, en la luna delantera en varios puntos, en el salpicadero central y en los nervios de ambas ventanillas, izquierda derecha”. Con esta información, los policías forales concluyeron que la acción violenta, es decir, el acuchillamiento de Alfredo Ogando Uceta tuvo lugar en la parte delantera del habitáculo.

En este sentido, los miembros de la División de Policía Científica aseguraron que no había manchas de impacto en el exterior del vehículo, ni en el suelo, pero sí precisaron que en la carrocería del lado derecho del vehículo había restos de sangre con patrón de flujo, es decir, salpicaduras producidas por el propio acometimiento del autor del crimen con la navaja, en los movimientos reiterados que realizó contra la cara, el cuello y el torso de la víctima.

Con estas conclusiones, los investigadores de la Policía Foral desmontaron la versión ofrecida por Yaronknys Miguel Jiménez Pérez durante su declaración, quien aseguró que había atacado a Alfredo Ogando Uceta después de que este saliera del coche y le atacara con una navaja que consiguió arrebatarle, justificando así una posible legítima defensa. El propio autor material del crimen aseguró que toda la agresión se había cometido en el exterior del vehículo.

El único testigo presencial de los hechos, un empleado del Hotel Villava que se dirigía a trabajar en el momento del crimen, ya contradijo las manifestaciones de Yaronknys Miguel Jiménz, ya que declaró el martes que había visto una pelea en la que un hombre propinaba puñetazos a otro sentado en el asiento de copiloto de un vehículo aparcado en las inmediaciones del establecimiento hotelero.