El badajo de una de las campanas de la iglesia de San Nicolás de Pamplona salió volando hacia las 11.50 horas y se precipitó a escasos metros de la terraza de la hamburguesería Soto del Prior. La caída del badajo, una pieza metálica generalmente con forma de pera que pende en el interior de las campanas y con la que se las golpea para hacerlas sonar, causó “un gran revuelo” según los testigos que presenciaron lo sucedido en la plazuela de San Nicolás. Afortunadamente, ninguna persona resultó herida porque la terraza de la hamburguesería no estaba colocada debido a las adversas condiciones meteorológicas. Tampoco hubo que lamentar daños materiales.

Imagen de un coche patrulla de la Policía Municipal de Pamplona al lado de la parroquia de San Nicolás

Los hechos sucedieron hacia las 11.50 horas, cuando el badajo de la campana derecha se soltó y cayó al suelo. Un viandante, que en ese instante paseaba por los alrededores de San Nicolás, presenció lo ocurrido y entregó el artefacto de hierro y madera, al párroco de la iglesia, Carlos Magaña.

El badajo salió volando de las campanas San Blas y A ti me arrimo, que en 2010 sustituyeron a Santa María, que databa de 1638, San Clemente, que se fundió en 1571. “Sonaban como un cencerro. La campana Santa María estaba rajada y a la otra faltaba poco”, explicaba hace más de una década el entonces párroco de la iglesia, Santiago Cañardo. En la actualidad, estas dos campanas descansan junto a la imagen de la Virgen. 

Las campana actuales fueron elaboradas por el taller de los hermanos Portilla de Santander, pesan 250 kilos cada una y conservan “la instalación mecánica de yugos metálicos y motores de bandeo continuo”, explica el Arzobispado de Pamplona y Tudela en su página web.