La Guardia Civil ha detenido a un hombre en Cantabria por comercializar conservas sin control sanitario, que elaboraba en unas instalaciones ilegales y vendía en mercadillos y de forma directa al menos a una fábrica conservera.

La operación, denominada "Sarda", se ha saldado con la incautación de dos toneladas y media de conservas que, una vez analizadas, superaban en un 77 por ciento el límite de histamina establecido legalmente, explica la Guardia Civil en un comunicado.

La histamina es una sustancia química que aparece en diferentes alimentos, pero que en dosis elevadas puede causar problemas de salud, como erupciones, urticaria, náuseas o vómitos, o incluso llegar a edemas agudos de pulmón, problemas cardiacos o insuficiencias respiratorias de tipo neurológico.

Tras conocer la existencia de un posible punto ilegal de elaboración de conservas de alimentos, los agentes iniciaron una investigación. En uno de los seguimientos al sospechoso interceptaron diez cajas con 220 botes de bonito y diez de anchoa, cuando las estaba vendiendo a una fábrica.

La Guardia Civil e inspectores de la Dirección de Salud Pública accedieron después al lugar donde el detenido elaboraba las conservas, e incautaron otras 131 cajas con unos 4.100 botes de conservas de bonito.

Según explica el instituto armado en un comunicado, se trataba de un lugar sin ningún tipo de control sanitario ni medidas de salubridad, sin registro sanitario o licencia de actividad.

El responsable de la elaboración del bonito y las anchoas fue denunciado por vía administrativa en un primer momento por incumplir la Ley de Seguridad Alimentaria, y también la empresa que captaba las conservas, por admitirlas de un elaborador sin registro sanitarios.

Tras los análisis, los agentes solicitaron un informe a la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente de la Guardia Civil sobre las repercusiones para los posibles consumidores del consumo de estos productos, cuyos resultados condujeron a su detención como presunto autor de un delito contra la salud pública.