La Policía Municipal de Berriozar detuvo en la tarde de este lunes, en torno a las 20.30 horas, a un conductor que protagonizó una persistente conducción temeraria por varias calles de la localidad, donde fue observado a una velocidad muy superior a la permitida, y que acabó empotrándose contra una de las columnas que delimitan la plaza Eguzki de Berriozar y que sirve de sostén para el porche que cubre parcialmente el lugar peatonal. Ahora, será investigado por un delito de conducción temeraria, y es posible que se le sume un delito de daños.

El coche que conducía el arrestado, tras el accidente.

La persecución policial se inició después de que la Policía Municipal de Berriozar tuviese información de que el vehículo que conducía el hombre investigado había colisionado contra otros dos coches estacionados. Al intentar darle el alto, el hombre comenzó a circular a gran velocidad y, en algunos puntos, en dirección contraria.

El conductor, de nacionalidad española y vecino de una pequeña localidad cercana a Pamplona, se salió en una curva cerrada que dibuja la intersección de la calle Iruñalde con la calle Artekale y lo hizo a tal velocidad (en el lugar el límite de velocidad es de 30 kilómetros/hora) con el vehículo todoterreno que conducía, se salió de la vía y se estampó contra uno de los pilares de la plaza, que estuvo a punto de arrancarlo de cuajo.

El coche remontó la acera, donde se encuentra un paso de peatones, sin poder retomar la circulación por la calzada. Los daños materiales fueron considerables en la estructura urbana y también en el turismo que conducía el arrestado, quien también sufrió lesiones debido a la envergadura del impacto.

Los agentes se hicieron cargo del automovilista, que luego pasó a ser custodiado por la Policía Foral.

La zona acordonada, con el todoterreno en el lugar.