La Sección Primera de la Audiencia de Navarra ha condenado este miércoles a tres años de prisión a una mujer de Berriozar de 34 años, L.L.A., por haber agredido con un cúter a otro conductor con el que discutía en el aparcamiento del Hospital Universitario de Navarra. El herido sufrió un corte profundo de entre 10 y 15 centímetros en el brazo al defenderse del ataque. Se le impone una orden de alejamiento y de comunicación con la víctima durante diez años.

La acusada, que se encontraba desde que ocurrieron los hechos en abril en prisión provisional, ha aceptado esta mañana la condena después de que la Fiscalía rebajara la petición inicial de 8 años de cárcel. La procesada ha consignado 10.500 euros antes de la vista oral con lo que se le ha aplicado la atenuante de reparación de daño. Ahora tendrá que pagar otros 4.000 euros para indemnizar a la víctima.

Por una plaza libre

Los hechos que acredita la resolución afirman que "sobre las 13.40 horas del día 26 de abril de 2024, la acusada se encontraba en su vehiculo en el aparcamiento de consultas externas de Hospitales, y vio que había una plaza libre. Aunque delante de su vehículo se encontraba un joven en el interior de su automóvil, parado en el lugar porque se había creado un pequeño atasco con los vehiculos que le precedían.

Fue entonces cuando la acusada comenzó a hacer sonar el claxon, y, al ver que no avanzaba el vehículo que tenía delante, se bajó del suyo portando un cúter en la mano, acercándose a la ventanilla del hombre y diciéndole a la vez que esgrimía el cúter "o te mueves o te mato". Al escuchar eso, el conductor abrió la puerta y evitó así que la acusada le clavara el cúter en el cuello con el propósito de darle muerte. Ello no obstante, la procesada volvió a meter su mano por la ventanilla para, de nuevo, clavar el cúter, por lo que éste, para impedir que le cortara en el cuello, antepuso el brazo, sufriendo por ello unas lesiones que necesitaron para su sanidad de un tratamiento médico y quirúrgico, sufriendo durante 61 días perdida de calidad de vida moderada y 3 dias de pérdida de calidad de vida grave.

Como secuela le ha quedado una limitación funcional de las articulaciones interfalangicas de dedos 3º, 4º y 5º, y una cicatriz en el antebrazo que ocasiona un perjuicio estético leve. Necesitó dos intervenciones quirúrgicas.