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Condenado un exdirector de banco en Navarra por apropiarse durante años de 240.000 euros de un amigo suyo

El acusado, jubilado hace años, acepta en la Audiencia dos años de prisión después de haber devuelto todo el dinero del que se adueñó para gastos propios y tener que pagar otros 16.000 euros por daños morales a la víctima

Condenado un exdirector de banco en Navarra por apropiarse durante años de 240.000 euros de un amigo suyoPixabay

Un exdirector de una sucursal bancaria de la Sakana ya jubilado ha sido condenado esta semana en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra a dos años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida después de que se adueñara para gastos personales y durante años de diversas cantidades de las cuentas de un amigo suyo, ahora anciano, hasta un total de 240.000 euros. El acusado, J.J.S.G., reconoció los hechos en la Sala para llegar a una conformidad y después de que le estimaran la atenuante muy cualificada de reparación del daño al haber devuelto las cantidades de las que se apropió, 240.113,99 euros, y de que abonara otros 16.000 euros correspondiente al daño moral causado. Al procesado le suspendieron la pena de cárcel a condición de que no cometa otro delito en dos años.

El acuerdo reconoce que el acusado mantuvo una larga relación de amistad y confianza desde aproximadamente el año 2005 con la víctima. Dada la confianza que este tenía depositada en el acusado tanto por razón de su amistad como por motivo de su capacitación profesional ya que había trabajado hasta su jubilación como director de una sucursal bancaria, facilitó al acusado sus datos los datos de sus cuentas bancarias, acceso a la banca electrónica e incluso autorizó que dispusiera de una tarjeta bancaria de su cuenta.

Sin consentimiento ni conocimiento

El procesado, sin consentimiento ni conocimiento del perjudicado, entre los años 2015 y 2020 dispuso diversas cantidades procedentes de la cuenta de la víctima y las transfirió a cuentas de su titularidad, en la suma total de 93.406,42 euros. Para ello el acusado realizó las transferencias atribuyéndoles un concepto de compra de acciones a fin de ocultar su naturaleza. También dispuso de 20.198 euros propiedad de la víctima para pagar a terceros por gastos para su uso propio y particular.

Asimismo el acusado utilizó la referida tarjeta bancaria desde el año 2008 hasta el año 2022 para abonar pagos en establecimientos correspondientes a gastos diversos por compras, viajes, restaurantes, etcétera por una cuantía de 35.586,92 euros así como disposiciones en el cajero por 43.554 euros, lo que hace un total de 79.040,92 euros.

El importe de intereses dejados de percibir por la víctima como remuneración financiera de las cantidades indebidamente dispuestas por el acusado asciende a 46.468,05 euros.

El acusado, una vez que le fue reprochada su actuación por los familiares directos del afectado, realizó en julio de 2022 una transferencia de 100.000 euros a la cuenta del perjudicado y solicitó que dieran de baja la tarjeta.

Como consecuencia de estos hechos y a raíz del descubrimiento de los presentes hechos, el perjudicado ha sufrido hasta el día de la fecha, rabia, impotencia, desasosiego, pesar, amargura, zozobra, vergüenza y ansiedad, entre otros padecimientos.