La actitud mantenida hasta ahora por Allal el Mourabit Ammam, de 54 años, el detenido en Beziers (Francia) la semana pasada por ser el principal sospechoso de dos agricultores navarros y de otro en Lleida a finales de 2023, no da que pensar que de aquí a futuro vaya a colaborar demasiado con la acción de la Justicia y el esclarecimiento de los hechos criminales de los que se le acusa. El Mourabit declaró el pasado 1 de abril ante el tribunal de Apelación de Montpellier y la corte judicial tomará una decisión sobre su extradición a España esta próxima semana.

En la comparecencia ante la Sala francesa, El Mourabit se negó a ser entregado. En caso de que se acceda a su traslado, como todo hace prever, tendrá que comparecer ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Tudela, que investiga los crímenes en un olivar de Tudela de Pedro Oyón Villahermosa, de 68 años, encontrado con varias cuchilladas y golpes; y de José Luis Aguado Martínez, de 80 años, ocurrida el 21 de diciembre de 2023 en Ribaforada y al que le sustrajo su vehículo. Poco después se le acusa de matar a un vecino de Vilanova de la Barca, de 84 años, Ramón Rosell Cierco, donde apareció además el Opel Astra rojo que había sustraído en Ribaforada. Por el crimen de este payés leridano tendrá que responder ante el juzgado competente de la provincia.

"No tengo nada que ver con los hechos"

En Montpellier, el arrestado se dedicó a echar balones fuera sobre las acusaciones que pesan sobre él y a desviar la atención. El Mourabit le manifestó al juez que él no tenía "nada que ver con esos hechos", según recoge el rotativo francés 'Midilibre'. Y reiteró que oponía a su extradición a España "porque allí no hay Justicia" y "les contaré cómo empezó todo esto".

El Mourabit empezó a recordar su pasado con la Justicia española donde había sido investigado y condenado por yihadismo y volvió a escenificar que las pruebas que existían contra él eran un montaje. Además, insistió, como dijo una vez en uno de sus juicios en la Audiencia Nacional, parafraseando una conversación entre el comisario Villarejo y la que era fiscal general Dolores Delgado, que lo que había que hacer era investigar las violaciones a menores en Cartagena de Indias. Durante su comparecencia en Francia, el magistrado presidente le recondujo y le inquirió en que "ahora lo que estamos hablado es de asesinatos". Y El Mourabit, del que el rotativo francés precisa que está divorciado y tiene un hijo de 10 años, volvió a responder: "No tengo nada que ver".

El sospechoso fue interceptado en un control policial en Beziers gracias a las cámaras de videovigilancia. Esta semana El Confidencial publicaba que no se pudo actuar contra El Mourabit antes porque la orden de busca y captura tardó en tramitarse después de que en septiembre de 2023 se hubiera arrancado la pulsera telemática que tenía impuesta como medida para controlar su libertad vigilada. Su familia denunció su desaparición en Vitoria. La Audiencia Nacional inició un procedimiento de quebrantamiento de medida contra El Mourabit pero un juzgado de Vitoria, según dicho medio, tardó en resolver la cuestión un par de meses. Cuando lo hizo, y se cursó la orden de detención, había presuntamente cometido el primer crimen.