La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a 14 años de prisión a un hombre como autor de un delito continuado de agresión sexual cometido contra su hijastra en Burlada en el año 2013. Este miércoles está señalada una vistilla para resolver el posible ingreso en prisión del condenado, de origen búlgaro.

La sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), indica que la víctima, que entonces tenía 23 años, residió temporalmente en el domicilio del acusado junto a su hijo de corta edad por motivos médicos. Durante ese periodo, entre los meses de mayo y octubre de 2013, el acusado, que era el marido de la madre de la denunciante, inició una dinámica de violencia sexual, intimidación, control psicológico y agresiones reiteradas, aprovechando la convivencia y su vulnerabilidad emocional.

En el domicilio y en un centro comercial

El tribunal da por acreditado que el acusado mantuvo relaciones sexuales no consentidas con la víctima en múltiples ocasiones. Los hechos se produjeron tanto en el interior del domicilio como en otros lugares, como un aparcamiento de un centro comercial, precisa la sentencia.

Como consecuencia de los hechos descritos, la mujer presenta “daño psicológico o secuelas que persisten en forma de sintomatología depresiva, como tristeza, vergüenza, tendencia al aislamiento y culpabilidad”, secuelas que “se derivan en su mayor parte de los hechos objeto del presente procedimiento, aunque se den a su vez otras concausas, como son las enfermedades de sus hijos”, indica la resolución. 

Grabaciones como prueba

La sentencia se basa en un conjunto sólido de pruebas, incluyendo la declaración sostenida y coherente de la víctima, documentación médica y pericial, así como grabaciones de conversaciones entre ambos implicados. El tribunal destaca la existencia de “una situación sostenida de abuso de poder y coacción, en un entorno de convivencia forzada, que impidió a la víctima actuar o denunciar lo ocurrido durante años”.

La  Audiencia Provincial de Navarra condena al acusado como autor de un delito continuado de agresión sexual y le impone 14 años de prisión, 20 años de prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima, 8 años de libertad vigilada tras la excarcelación y 20 años de inhabilitación para cualquier oficio o profesión con contacto con menores, así como una indemnización de 60.000 euros que deberá pagar a la víctima en concepto de daños morales. El tribunal absuelve al acusado de los delitos de acoso, vejaciones y lesiones psíquicas.