Soñar con pasar una semana en un crucero era hace 45 años un imposible. Los precios hacían de este sueño un lujo inalcanzable y un coto privado y reservado para las clases más privilegiadas. Pero imaginar fue mucho más fácil cuando llegó a televisión Vacaciones en el mar. ¿La recuerdan? Les refrescamos la memoria.

Se emitió entre 1977 y 1986, nueve años en pantalla y diez temporadas. Estaba ambientada en un barco que realizaba cruceros de lujo por diferentes lugares del mundo. Era básicamente una comedia de situación con toques románticos, de tono amable y pensada para un público familiar.

La mayoría de los episodios se desarrollaban a bordo del barco The Pacific Princess, pero otros barcos utilizados para ambientar la serie a lo largo del tiempo fueron el Royal Princess (para cruceros en el Caribe), el Stella Solaris (para el Mar Mediterráneo), el Pearl of Scandinavia (para cruceros en los mares de China), o el Royal Viking Sky (para cruceros por Europa).

Los personajes fijos de la serie eran los miembros de la tripulación, y entre ellos destacaban el capitán del barco Merrill Stubing (interpretado por el actor Gavin MacLeod), la directora del crucero Julie McCoy (Lauren Tewes), el barman Isaac Washington (Ted Lange), la hija del capitán Vicky Stubing (Jill Whelan), el doctor Adam Bricker (Bernie Kopell) o el sobrecargo Burl Gopher Smith (Fred Grandy). Estos personajes fijos tenían roles y caracteres bien definidos. Las historias caminaban por el mundo del romanticismo y vistas en perspectiva tenían cierto aire de ñoñería sentimental.

Reunión en 2018 de parte del reparto original de la serie: Fred Grandy (Gopher), Ted Lange (Isaac), Jill Whelan (Vicki), Gavin McLeod (El Capitán Stubing), Lauren Tewes (Julie, la directora del crucero) y Bernie Kopell (Doc).

Cruceros al alza

En aquellos años era difícil soñar para el ciudadano medio con unas vacaciones en un crucero de lujo. Hoy, lo de bailar con el capitán y pasearse por las terrazas de estos enormes edificios flotantes que surcan los mares está al alcance de la mayoría y los precios no tienen nada que ver con los de finales de los 70 y los de 80.

Diversos estudios indican que esta serie fue determinante para que este tipo de ocio se pusiera de moda y fuera más asequible a todo tipo de bolsillos. El ir de ciudad en ciudad sin mover equipajes es una de la grandes ventajas, pero la contaminación que producen en el mar es uno de los grandes inconvenientes y están siempre en el punto de mira de los grupos ecologistas. En cualquier caso, los cruceros son uno de los puntos fuertes de la industria del turismo actual.

Aquellas historias

Aquellas historias

Los espectadores estaban fascinados por aquellas historias románticas y apasionadas que se daban en cualquier lugar del barco. Eso sí, siempre muy castas porque la época de emisión era muy puritana y no había lugar para romper con la moral que imperaba.

Es interminable la lista de actores conocidos que han tenido una trama en los 249 capítulos que se pasaron por las televisiones de todo el mundo. Tom Hanks, Ursula Andress, Robert Vaughn, Joan Collins, Leslie Nielsen, Anne Baxter, Don Ameche, Kathy Bates, Gene Kelly, Cyd Charisse, Jamie Lee Curtis, Samantha Eggar, Lloyd Bridges, Meredith Baxter, Lorne Greene y Shelley Long, son algunos de los personajes de Hollywood que se embarcaron en Vacaciones en el mar. La lista es interminable y hasta Chiquito de la Calzada apareció en uno de los episodios haciendo de cantante ambulante de flamenco.

Uno de los atractivos fue la canción de esta serie: The love boat, interpretada durante ocho temporadas por Jack Jones y que después por Dionne Warwick. Pero ¿qué pasó con ese glamuroso buque The Pacific Princess?

El Pacific Princess fue desguazado hace unos años.

Un final trágico

Un final trágicoPertenecía a la naviera Princess Cruises y lo mantuvo en su flota hasta el año 2002. Además de la serie, protagonizó un suceso desagradable cuando fue retenido el año 1998 en Grecia en el marco de una operación contra el narcotráfico. Fue vendido a una compañía española y acabó amarrado en Génova por problemas económicos de la naviera. Tras varios intentos de venta por las autoridades italianas, fue destinado al desguace.

Los amores y el glamour de la Vacaciones en el mar quedaron finalmente enterrados con la destrucción de uno de los buques vacacionales más famoso de todos los tiempos y que en su día sirvió para hacer soñar a muchos y muchas.