Este martes, 11 de junio, Telecinco emitió la última entrega de 'Supervivientes: Tierra de Nadie'. El espacio dirigido por Carlos Sobera se despedía así de una edición completa en todos los sentidos.

La última entrega de 'Supervivientes: Tierra de Nadie' vivió la salvación de la nominación de Gorka Ibarguren, dejando así el futuro de Blanca Manchón y Marieta en manos de la audiencia y cumplió con la Mesa de las Tentaciones que no pudo acabar por falta de tiempo hace dos entregas, entre otras cuestiones. Blanca comió un cuarto de tortilla a cambio de cortarse el pelo, Miguel Torres probó hamburguesas tras aceptar ir con taparrabo y Pedro García Aguado comió salmorejo, arroz con leche y pasta boloñesa a cambio de depilarse el brazo, una pierna y el pecho con cera.

El puente de las emociones de Pedro García Aguado

Durante la última entrega de 'Supervivientes: Tierra de Nadie', Pedro García Aguado se sometió a ‘El puente de las emociones’. En él, el medallista olímpico hizo balance de toda su vida, habló de su infancia, de cómo le marcó el waterpolo, su etapa de oscuridad, la de padre, su paso por ‘Hermano Mayor’ y por ‘Supervivientes’.

Sobre su etapa como jugador de waterpolo, Pedro García Aguado relataba: "Era tan feliz jugando al waterpolo, era tan bueno, pero no me lo creía. Y por la mala vida, empecé a tener hábitos poco saludables, celebraciones, consumo de alcohol y otras sustancias, y mi carrera fue cayendo en picado desde 1998 hasta el 2003, cuando ingreso en un centro terapéutico. Mucha rabia porque el waterpolo me lo dio todo, pero no lo supe gestionar".

En relación a la "mala vida" que tuvo durante unos años, el medallista olímpico narraba lo siguiente: "No escuchaba ni a mi padre ni a mi madre. Empezó siendo un consumo esporádico, pero en el año 2000 lo había perdido todo: mi capacidad de jugar, mi alegría, no era el mismo. No tenía capacidad de más de tres días sin consumir, consumía alcohol en casa estando solo. Era uno de los mejores del mundo y nunca lo decía, yo destrozándome la vida por las noches. Eso no se lo voy a perdonar nunca a la droga. Me robó lo que mejor sabía hacer, mi vida. Convirtió los cinco últimos años de mi carrera en un verdadero infierno".

Aurah se reencuentra con Ángel Cristo en plató

Tras su expulsión el pasado jueves, Aurah volvía a plató para hacer balance de su paso por el concurso. Uno de los temas que trató fue su enfrentamiento con Ángel Cristo. Después de ver los principales enfrentamientos entre ellos, Aurah Ruiz, que ya se había disculpado con anterioridad por su actitud, admitía su culpa y pedía perdón a Ángel: "Te pido disculpas, pero mírame a la cara, me equivoqué muchísimo y me arrepiento. No sé si me perdonarás o no, pero tenía ganas de quitarme esa espinita".

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Después las palabras de Aurah, Ángel Cristo con gesto serio y sin apenas mirarla a la cara, mantenía completo silencio ante su perdón y tan solo decía: "Es su noche y eso debe seguir siendo así. Necesito tiempo para ordenar mis ideas. Creo que todavía yo no estoy preparado para hablar de esto y quiero de alguna manera pensarlo fríamente y poder hacerlo de la manera correcta".