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'Los Fulanos': la ex tenista pamplonesa Cristina Torrens, que llegó a ser la 27 del mundo, recuerda su retirada: "Fue duro"

La navarra fue una de las referencias del tenis español femenino durante los años noventa y principios de los 2000

'Los Fulanos': la ex tenista pamplonesa Cristina Torrens, que llegó a ser la 27 del mundo, recuerda su retirada: "Fue duro"YouTube

Nacida el 12 de septiembre de 1974 en Pamplona, Cristina Torrens empezó desde muy joven, más concretamente a los siete años, a golpear pelotas de tenis en su ciudad natal. Lo que empezó como un jugo familiar con su padre terminó dando paso a que se convirtiese en la número 27 del mundo.

11 títulos del circuito Challenger y cuatro del circuito WTA

Y es que la navarra fue, nada más y nada menos que, una de las referencias del tenis español femenino durante los años noventa y principios de los 2000. Seis años después de comentar a dar sus primeros golpeos con la raqueta, Cristina Torrens recibió, a los 13 años, una beca para trasladarse a Valencia, en un programa impulsado por la Federación Española y el COEcon vistas a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Una beca que le abrió las puertas y llevó a

En la actualidad, y años después de ganar 11 títulos del circuito Challenger y cuatro del circuito WTA (dos individuales y dos en dobles), la navarra gestiona siete escuelas de pádel y organiza campamentos deportivos en la Universidad de Navarra.

La ex tenista pamplonesa Cristina Torrens, que llegó a ser la número 27 del mundo, repasa su carrera

El pasado 16 de octubre, se estrenó un nuevo episodio del podcast de 'Los Fulanos', un espacio que habla de "la cara B del deportista. Emprendimiento, negocios, mentalidad y risas" y que cuenta con más 13.000 suscriptores en YouTube. Desde el programa hablaban así de la visita de la ex tenista pamplonesa Cristina Torrens al programa: "Hoy viene a fulanear la primera tenista del podcast. Cristina Torrens ha sido la mejor navarra de la disciplina, llegando a los puestos de gloria del tenis profesional. En este capítulo, nos habla de las decisiones que tomó en la infancia, cómo era el circuito de su época con nombres como Graf, Conchita o Arantxa Sánchez, las dificultades del deporte y su transición al mundo laboral".

Aceptar la beca a la que se hace alusión previamente fue, precisamente, la elección que marcó su destino. El suyo el de su familia. "Mis padres me dijeron: 'Si tú quieres vas, si no quieres no vas'. Y decidí irme", comenzaba diciendo la ex tenista. Una situación en la que, según comenta, su madre lo pasó mal y se sentía culpable, "pero siempre le he dicho que fue la oportunidad de mi vida".

En la línea con lo que relata, durante cuatro años, Cristina vivió en Valencia, becada y rodeada de un equipo profesional con nutricionista, psicólogo, preparador físico y entrenador. "Aprendí muchísimo, no solo de tenis, sino de la vida. Me curtí como persona y como jugadora". A los 18 años, cuando terminó la beca, ya era la número 180 del mundo y pudo dar el salto al profesionalismo.

"Esa sensación de superarte a ti misma es la mejor de mi vida"

"En el tenis estás solo. La cabeza te puede ayudar o hundir. He visto jugadoras con más talento que yo quedarse en el camino por no saber manejar la presión", explica Cristina. Durante su etapa de formación en Valencia tuvieron psicóloga deportiva, "algo muy avanzado para la época", y que esas enseñanzas le sirvieron durante toda su carrera. "Nos enseñaban rutinas para no pensar entre punto y punto. Parecía un tostón, pero luego me ayudó muchísimo. Dos veces me fui del top 100 y volví. Esa sensación de superarte a ti misma es la mejor de mi vida", relata.

Cristina Torrens recuerda cómo fue su retirada

Fue en 2005 cuando la pamplonesa decisión retirarse del deporte que le había llevado a estar en lo más alto. Se retiró con 30 años, después de más de tres lustros viajando por el mundo: "Sabía que se había acabado. Llevaba desde los 14 años viajando. Fue duro, pero era el momento".

Tras su retirada, Cristina Torrens regresó a Pamplona y empezó una nueva etapa profesional. Tal y como se ha comentado previamente, hoy gestiona siete escuelas de pádel y organiza campamentos deportivos en la Universidad de Navarra. "No doy clases, pero gestiono grupos, profesores, torneos y actividades. Lo que más me gusta es ver a los niños disfrutar haciendo deporte. En mis escuelas no busco campeones, busco niños que hagan deporte, que se diviertan y aprendan", comenta.