Más de 150 académicos, representantes de la sociedad civil y antiguas figuras institucionales han firmado un manifiesto a favor de reformar la Unión Europea (UE) para hacerla "más democrática" y capaz de decidir y actuar como tal.

Este llamamiento ha sido promovido por Roberto Castaldi, Director del Centro de Estudios, Formación, Comunicación y Diseño sobre la Unión Europea y la Gobernanza Mundial; Ulrike Guerot, Directora del European Democracy Lab, y Daniel Innerarity, Director del Instituto de Gobernanza Democrática.

La misiva arranca destacando que la Conferencia sobre el futuro de Europa “fue el primer experimento de democracia participativa de la UE”. Considera que fue un proceso “fructífero”  que proporcionó a las instituciones de la UE y a los Estados miembros “valiosas aportaciones” de los ciudadanos comunitarios.

Señala que el Parlamento Europeo “ha redactado y aprobado una propuesta global de reforma de los tratados de la UE para aplicar las propuestas de la Conferencia que requieren cambios en los tratados, también sobre la base de una evaluación técnica proporcionada por el servicio jurídico del Consejo, es decir, los gobiernos de los Estados miembros.”

Ahora será el Consejo de la UE quien transmitirá la propuesta del Parlamento al Consejo Europeo y serán los jefes de Estado y de gobierno de los Estados miembros quienes decidirán “si convocan una convención para reformar los tratados de la UE” a partir de las “recomendaciones de los ciudadanos en la Conferencia sobre el futuro de Europa”.

Crisis financiera, brexit, pandemia…

Recuerda que la UE actual se diseñó hace dos décadas y desde entonces hemos vivido “una crisis financiera, el Brexit, la pandemia, la invasión rusa de Ucrania, y el inicio del ascenso de China y de la erosión del orden internacional mundial”.

Celebran que se esté gestando una nueva ampliación con la posible adhesión de Ucrania y Moldavia pero “somos conscientes de que su éxito depende de que se profundice en la integración de la UE, se racionalice su toma de decisiones y se supere la unanimidad”.

Los firmantes llaman a los jefes de Estado y de gobierno en el Consejo Europeo a que “no maten este proceso democrático en su nacimiento y convoquen una convención para reformar los tratados”.

A su juicio, “cualquier otra opción se percibiría como un rechazo de las propuestas de los ciudadanos europeos, así como del Parlamento Europeo, la única institución de la UE elegida por sufragio directo, y por tanto de la democracia europea como tal”.

El manifiesto concluye advirtiendo de que “el bienestar y la seguridad de los ciudadanos europeos dependen en gran medida de la UE”. Por ello, concluye, “es hora de reformar la UE para hacerla más democrática y capaz de decidir y actuar como Unión, para hacer frente a los numerosos retos que los Estados miembros no pueden afrontar solos, también en la escena internacional".