Síguenos en redes sociales:

This browser does not support the video element.

Mari Hernández, voluntario de Protección Civil de Milagro: "Alfafar parece un frente de guerra"

El hombre de 63 años reconoce que, a pesar de ver las inundaciones ocurridas en Navarra, nunca había visto algo tan impactante

"Alfafar parece un frente de guerra". Así lo ha descrito Mari Hernández, uno de los seis voluntarios de Protección Civil de Milagro que han partido esta mañana (y que estarán hasta el jueves) desde el municipio navarro hasta la Comunidad Valenciana para paliar los efectos de la DANA. Han llegado a la localidad a eso de las 12.00 horas con dos dispositivos cargados de motobombas, generadores, cepillos, palas y focos alógenos, entre otras cosas. "Vamos por la calle y tratamos de limpiar todos los estropicios con los que nos encontramos, ya sea barro, ramas, coches o muebles", explica Hernández.

A pesar de que ya haya transcurrido una semana desde que se originó la catástrofe, el paisaje sigue siendo “devastador. Es impresionante. No te imaginas la magnitud hasta que llegas aquí y ves con tus propios ojos que todo está destruido", expresa. De hecho, Hernández ha comparado este desastre con las inundaciones ocurridas en localidades navarras como Tafalla, Pueyo o San Adrián, "pero como esto... Nunca había visto algo tan impactante; el fango llega hasta las rodillas".

Con todo, asegura que ha habido avances con respecto al primer viaje que realizó el fin de semana con otros voluntarios de Protección Civil; no obstante, "todavía queda mucho. Hay mucha solidaridad y ahora no faltan medios, cosa que no se podía decir la semana pasada, pero todavía faltan muchos días de ayuda", señala.

Por otro lado, así como ha destacado la solidaridad por parte de personas que no son originarias de Valencia, Mari Hernández ha subrayado el gran corazón de los vecinos de la localidad de Alfafar, ya que "hasta nos ofrecen sus casas para dormir o para que nos duchemos. Nos aplauden y agradecen todo cuanto hacemos. Me parece esencial que haya voluntarios dispuestos a colaborar porque, además de ayuda en labores de limpieza, necesitan ser escuchados y que vean que no les vamos a dar de lado", reflexiona el hombre de 63 años.