Un ladrón regresó el pasado viernes a la farmacia en la que había robado 7.500 euros para devolverle al farmacéutico el botín y mostrarle la pistola de juguete con la que le había intimidado en una botica situada en las afueras de Roma, informaron los medios italianos.

"Estoy desesperado, perdí mi trabajo. He hecho una tontería, aquí está el dinero", le dijo el individuo al dueño de la farmacia de Vermicino, ante el que se presentó por la mañana, con el rostro cubierto, cuando se dirigía a abrir el negocio.

El ladrón arrepentido había irrumpido el jueves en el local, también con el rostro cubierto y una pistola, que en aquel momento el farmacéutico no sabía que era de juguete, y, tras amenazarle, se llevó todo el dinero que había en la caja y escapó a pie entre las calles.

El dueño de la farmacia, asustado, llamó a la Policía y los carabineros iniciaron una investigación, que dio un vuelco el viernes cuando el hombre acudió al cuartel para contar que el ladrón se había arrepentido.

Ahora, los carabineros buscan al ladrón, tras analizar las imágenes de las cámaras de seguridad y las posibles huellas que dejó en su camino.