Es la segunda vez en poco tiempo que se encuentran, de manera casual, unos cachorros de manul. Esta especie es salvaje y se encuentra en el Libro Rojo de especies amenazadas de Rusia. Los felinos, esta vez, fueron encontrados en la parcela de una familia rusa que vive cerca de Mongolia.

"Vimos unos bultos grises y esponjosos en el heno. Ni siquiera chillaron", contó la madre de la familia, María Záitseva. Esperaron por días que la madre de los cachorros apareciera pero como no sucedió, decidieron llevarlos a casa para cuidarlos.

Al principio, los pequeños felinos apenas podían caminar y parecían muy débiles, pero la situación cambió al poco tiempo. "Pasaron unos ocho días y empezamos a notar que no eran unos 'niños' fáciles. En su pelaje gris aparecieron motas redondas y oscuras. Los dientes y las garras les crecieron rápidamente", relató la mujer.

Pero cuando pasados diez días, los cachorros abrieron sus ojos azules y gruñeron en lugar de maullar. Aseguraron que el hecho asustó al gato que ya tenía la familia. Es por eso que comenzaron a investigar en Internet a qué raza podían pertenecer los animales y descubrieron que se trataban de ejemplares de manul, una especie salvaje también conocida como gato de Pallas.

Expertos del departamento de vida silvestre local acudieron al hogar de la familia y los cachorros fueron llevados al Museo Etnográfico de Ulan-Udé, donde casualmente había parido una gata de Pallas. Los responsables del Museo aseguraron que cuando crezcan intentarán devolverlos a la naturaleza en una reserva local.