El oso panda llevaba años siendo una especie al borde de la extinción. La pérdida de su hábitat natural, la caza furtiva y su dificultad para reproducirse en cautividad propiciaron su progresiva desaparición. Por ello, es una noticia para celebrar que el Gobierno Chino haya declarado que el oso panda deja de ser una especie “en peligro” de extinción para pasar a la categoría de “vulnerable”.

La razón principal es que el número de osos pandas salvajes ha alcanzado los 1.800 ejemplares asiáticos. El nivel ‘vulnerable’ se corresponde con el quinto nivel dentro de la escala de especies en peligro de extinción, mientras que ‘en peligro’ es el cuarto. Esto significa que los osos pandas se encuentran en una situación de menor peligro, aunque su estado sigue siendo delicado.

EN 2010 APENAS HABÍA 1.000 EJEMPLARES EN LIBERTAD

El oso panda, también llamado panda gigante, solo se encuentra en estado salvaje en las regiones montañosas del centro de China. Concretamente, el hábitat natural de los plantígrados se limita actualmente a seis zonas repartidas en las provincias chinas de Sichuan, Shaanxi y Gansu, según declaró el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

En estas zonas hay amplias plantaciones de bambú, alimento predilecto de esta especie. Un ejemplar medio de oso panda puede llegar a consumir un total de 12,5 kilos de bambú durante 12 horas al día.

Según informó el National Geographic, en 2010 apenas quedaban 1.000 pandas gigantes en libertad, mientras que unos 100 habitaban en zoos. Gracias a la conservación y protección, en los últimos diez años se ha podido aumentar en más de 800 el número de osos pandas.

ESPECIES COMO EL TIGRE TAMBIÉN HAN AUMENTADO

No obstante, el oso panda no es el único animal que ha logrado recuperarse. Cui Shuhong, director del Departamento de Protección Ecológica del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, mencionó durante una rueda de prensa que especies como los tigres, leopardos siberianos y el ibis nipón (ave asiática), también aumentaron en número.

A su vez, Shuhon aseguró que “se han mejorado las condiciones de vida de algunas especies raras”, no solo de los osos pandas, sino también de los antílopes tibetanos y los ciervos del padre David (una especie nativa de China).