Es una advertencia muy de madres, pero más cierta que el largo refranero de José Luis Perales: “Nunca te fíes de los carita de ángel. Son con diferencia los más peligrosos”. Y razón no les falta. ¡Para nada! Bien lo sabe Bibiana Fernández, que aún no ha asimilado el shock vivido tras enterarse de las últimas andanzas de su ex en Miami. Asdrúbal, el cubano bueno, el joven dulce y sencillo, el buenorro de formas finas y naturales, ahora tiene la mano larga. Así lo detallan varias revistas norteamericanas. ¿El motivo? Desconocido. ¿La consecuencia? Malsana: se enfrenta a dos delitos graves en EE.UU. que le pueden llevar a prisión, tal y como apunta la ficha publicada esta semana por la revista Diez Minutos. La misma que recoge la siguiente descripción de infracciones: “Robo en inmueble desocupado y desarmado, con vandalismo por importe de 1.000 dólares o más, y conducción con permiso de conducir suspendido/revocado”.

Al ex marido de Bibiana se le imputa un doble cargo que, en Estados Unidos, acostumbra a estar muy penado. Todo ello teniendo en cuenta que en los últimos meses ha estado detenido dos veces, la última el 23 de diciembre, a la 1.47 horas de la madrugada (fun, fun, fun), motivo por el que el cubano todavía permanece a la espera de juicio y sin poder salir de Florida.

Una jodida realidad que contrasta brutalmente con la versión dada por el propio protagonista en el programa Hormigas blancas de Telecinco. ¡Y hace tan solo una semana! “Me va bien, estoy contento y me dedico a la decoración de casas. Vivo en Miami y mis hijos están guapísimos. Tienen seis y cinco años”, detalló sin balbucear a Carlota Corredera durante el especial dedicado a Bibiana Fernández. Con la misma gracia, pachorra y desparpajo, eso sí, que han acompañado al olvidadizo Asdrúbal desde que aterrizó en Madrid en 1997.