Si Platón levantara la cabeza se horrorizaría con el número de demagogos que rigen la vida de los ciudadanos del mundo actual, cree Chicot. El filósofo condenó en su tiempo la gestión de Cleofonte y las consecuencias que para Atenas tuvo la guerra del Peloponeso. Chicot presta atención en su nuevo libro, de título recurrente, al discurso de unos de los pensadores que ha sentado más bases sólidas respecto a la moral, la ética y la crítica. Defensor de las mujeres y de sus capacidades, se le podría aplicar el término de feminista, desconocido entonces, pero que él reflejó en sus actuaciones y en los escritos que quedaron para la posteridad. Y es que Platón animaba a los ciudadanos a escoger a sus gobernantes por su capacidad para gobernar, no por la de convencer.

El asesinato de Pitágoras, El asesinato de Sócrates y ahora El asesinato de PitágorasEl asesinato de SócratesEl asesinato de Platón

Pues lo que quiero hacer es resucitarlos. En ellos hay emoción e intriga. Pitágoras, Sócrates y Platón son los grandes personajes de la historia de la filosofía, e incluso de la historia en general. Y tienen varias cosas comunes: eran genios revolucionarios en el conocimiento y eran genios en el pensamiento moral.

¿Podríamos decir que Platón era un feminista prematuro?

Feminismo es un término muy moderno, pero el concepto es totalmente aplicable. Siempre mantuvo que las capacidades de las mujeres eran las mismas que la de los hombres. Estaba a favor de que las mujeres de su época recibieran la misma educación y realizarán las mismas labores, incluido gobernar. Dijo que si un Estado prescindía de las mujeres estaría renunciando a la mitad de sus recursos.

Eso lo decía en una sociedad en la que la mujer era poco más que una esclava.

Es verdad. No tenía derechos, no era ciudadana, era menor de edad toda su vida y estaba tutelada por el padre, el hermano o el marido. Por eso los conceptos de Platón eran tan revolucionarios.

Tres filósofos de peso, pero hay quien sostiene que Sócrates no existió, que tan solo fue una invención de Platón.

Sócrates es un personaje histórico que no escribió nada, y su pensamiento ha llegado a través de Platón. ¿Parece un personaje creado por Platón? No. Tenemos las referencias de Jenofonte, discípulo de Sócrates y que se llevaba mal con Platón. Y tenemos a Aristófanes, que en el año 423 A. C. publicó Las nubes y el personaje central es Sócrates. Todo esto nos dice que Sócrates no solo existió, sino que fue uno de los personajes más famosos de Atenas.

Platón fue un hombre muy longevo para la época: murió con 80 años.

Es cierto que la esperanza de vida era más baja entonces, pero ocurre igual que ahora, que una persona sana, sin problemas, puede vivir muchos años. Yo me he encontrado con filósofos de la antigüedad que han sobrepasado a Platón en edad y han muerto con 90 o 100 años. Era gente que vivía bien y eso alargaba sus vidas. Se podían resguardar mejor del frío, del calor o de la hambruna.

¿Por qué tiene usted tanto interés por los filósofos?

Si nos olvidamos de pensar, nos olvidamos de lo más esencial para el ser humano. Nos estamos olvidando de los valores. Estos personajes nos hablan de pensamiento y lo hacen desde un punto de vista ético, crítico y moral muy elevado.

Más o menos, los puntos de vista que tenemos ahora, ¿no?

Aparte de los sarcasmos, es cierto que hemos dejado de lado muchos valores en la sociedad en la que vivimos. Ellos fueron muy pertinentes y persistentes. En un mundo como el actual, donde tenemos una cultural de lo superficial, de lo efímero y que muchas veces acaba siendo una cultura vacía, me parece que hay quienes creen que pensar y defender los valores son cuestiones del pasado.

En la novela anterior, Perseo fue el protagonista de El asesinato de Sócrates

El personaje está inspirado en dos de las mujeres que acudieron a su academia. Como hemos dicho, Platón era un gran avalista de la mujer y sus discursos al respecto fueron totalmente revolucionarios en su época.

Incluso diríase que lo son ahora también.

En algunos sectores, desde luego. Tenemos referencias históricas de que algunas mujeres que asistieron a su academia fueron también maestras en ella. Altea en mi novela es una mujer tremendamente inteligente y capaz, y quiere llevar una vida acorde en sus capacidades. Forma parte de la academia en un mundo de hombres. Quería que fuera un personaje femenino por la dificultad que tenían las mujeres en aquella época.

Imagino que se sentirían fuera de lugar y en muchos casos amenazadas por sus capacidades.

Altea fue apoyada también por su marido, pero aun así se movía en un ambiente hostil.

¿Qué diría Platón si viviera en la época actual?

Lo que él hacía era luchar contra los demagogos de su época. Los consideraba los mayores enemigos de su tiempo.

Pues ahora no le daría la vida para luchar contra la demagogia.

Hace siglos no había democracias, así que el pensamiento de Platón no era tan pertinente. Si viniera Platón a este siglo diría las mismas cosas: pediría un gobierno de razón, de conocimiento; un gobierno donde no gobiernen los más capacitados para convencer, sino los más capacitados para gobernar. Diría que si cuando escogemos a un médico para que nos trate una enfermedad buscamos al mejor, a la persona más capaz, no entendería por qué no hacemos lo mismo con los gobernantes, porque ellos son los que se ocupan de la salud de toda la sociedad.

Hablar del gobierno de la razón es pura quimera en estos momentos.

Él creía en la razón y en la justicia, pero su discurso no se lo haría a un político. Decía que un demagogo está interesado en convencer, no en la verdad, así que se dirigiría directamente a nosotros, a los ciudadanos. Al fin y al cabo, somos nosotros los que decidimos quienes nos van a gobernar.

El anterior ministro de Sanidad es filósofo.

Estudió Filosofía, pero es un político de carrera. Creo que está y ha estado más interesado en la política que en la Filosofía. Lo que los políticos quieren es convencerte.

¿Son vendedores?

Exactamente, y eso a Platón no le gustaba nada.

¿Por qué está interesado usted en la Grecia clásica? ¿Por qué no Roma?

Roma está más cerca en el tiempo y más documentada que Grecia, que la Grecia clásica. En un lugar pequeño, concretamente en Atenas, aunque también hay otras ciudades, y en pocos años, pese a no tener referencias previas revolucionan y logran casi la perfección en la arquitectura, la escritura, el pensamiento... Inventan la democracia, tienen los Juegos Olímpicos, tienen medicina, teatro€ Roma es discípula de Grecia.

Pero la historia va borrando ese esplendor del pensamiento.

Pero también durante siglos hemos intentado recuperar lo que supuso la Grecia clásica en el mundo. En el Renacimiento se intenta volver a lograr la perfección en las artes plásticas. En pocos años en Grecia se produjo la magia en casi todo lo que tocaban. Incluso el Derecho Natural que atribuimos a los romanos no deja de ser otra cosa que el humanismo de Sócrates.

La justicia como concepto universal.

Exacto. Tenemos que agradecer ese concepto a Grecia. Las campañas militares se las achacamos a los romanos y todos los romanos querían ser como los griegos, como Alejandro Magno. Para mí, todo está en Grecia, y es de los griegos de los que tenemos que aprender.

Supongo que Platón se hubiera horrorizado con gente como Trump o Bolsonaro.

Y con otros muchos, pero sí, esos dos son dos exponentes de lo que son los demagogos. Tampoco creas que se hubiera parado mucho a pensar en ellos, habría pensado que eran iguales que los demagogos de la guerra del Peloponeso. Él dio su vida intentando implantar un gobierno de razón y de injusticia. De estar aquí ahora, intentaría convencer al pueblo con razones para librarse de gente como esa y de otros que gobiernan por el mundo.

¿Algunos superarían a Cleofonte?

Bueno, Cleofonte estaba en una época de guerras. Las consecuencias de tener un mal gobernante son proporcionales a las circunstancias en las que te encuentres.

¿Es una excusa?

Si los demagogos están en época de bonanza económica las consecuencias de sus actos no llegan a ser tan graves como si la situación es mala. Un mal gobierno tiene consecuencias desastrosas cuando estás en una situación como la de ahora con la pandemia. Gobiernos con tintes demagogos son los que han tomado las peores decisiones. Se han basado en el impulso, en la emoción, cuando lo que había que hacer desde el principio es basarse en la razón, en los datos, en el conocimiento. Sobre todo hay que tener en cuenta que la ignorancia es tremendamente arrogante.

Algo que Platón señalaba claramente.

Sí. Platón decía que la ignorancia es la raíz de todos los males, y esto se ha visto durante esta pandemia que estamos viviendo. Lo mismo le pasó a Cleofonte y fue lo que llevó a Atenas a la desgracia con la guerra del Peloponeso.

¿Ha sido ardua la documentación para este libro?

Mucho, pero por una razón, por la riqueza del pensamiento de Platón. Requiere mucho estudio, y también por la premisa que mantengo siempre de ser absolutamente fiel a la realidad. Cuando ficcionas un diálogo de él con Aristóteles o con cualquier otro discípulo, las palabras te las estás inventando tú, pero tienen que ser totalmente adecuadas y deben reflejar cada matiz de lo que era el pensamiento de Platón. Cada vez que vas a recrear un aspecto que no recoge la historia tienes que revisar toda su obra.

¿Vamos a ver el asesinato de Aristóteles?

Cada uno de estos libros es un sacrificio enorme en cuanto a trabajo. Me rondan varios nombres en la cabeza, pero es cierto que Aristóteles es uno de los grandes candidatos. Lo que interesa es la conjunción entre el avance moral e intelectual que supone cada personaje. Aristóteles me interesa por ser el primer gran científico, pero tampoco descarto saltar varios siglos y centrarme en gente como el matrimonio Curie.

Un salto muy grande en el tiempo.

Sí, pero yo pienso, valga la redundancia, en el pensamiento. Es cierto que la Grecia clásica es para mí un entorno fascinante para contar una historia, pero lo que más me atrapa es la genialidad, la aportación a la humanidad del conocimiento y del pensamiento.

Ha hecho un libro de peso, cómodo para el transporte público: 944 páginas.

Platón daba para mucho y había que contarlo muy bien. Si recortaba, recortaba aspectos fundamentales de él o de la Grecia clásica, y no estaba dispuesto a hacerlo.

¿Con cuál de los filósofos que ha asesinado literariamente se queda?

Es como si preguntas a cuál de tus hijos quieres más, aunque también es cierto que esta es mi novela más ambiciosa, la que más puede hacer reflexionar.

PERSONAL

Edad: 50 años.

Lugar de nacimiento: Madrid.

Familia: Está casado y tiene dos hijos.

Formación: Es licenciado en Psicología Clínica, en Psicología Laboral y en Económicas.

Trayectoria: Escribió su primera novela, Óscar, en 1997. En 1998 escribió Diario de Gordon, con la que ganaría el Premio de Novela Francisco Umbral. Ha quedado finalista en premios de relatos y de novela como el Max Aub, el Ciudad de Badajoz, el Juan Pablo Forner y el Premio Planeta. El reconocimiento del público y la crítica le llegó de la mano de El asesinato de Pitágoras (2013), que en el año de su publicación fue el ebook en español más vendido del mundo, y que tras mantenerse varios años en los primeros puestos se ha convertido en el ebook en lengua española más vendido de todos los tiempos. En 2014 publicó el thriller La Hermandad, y en 2016 fue finalista del Planeta con El asesinato de Sócrates. Su última novela, que ahora promociona, es El asesinato de Platón.