Tenían preparada una pieza de tela 100 % algodón para confeccionar unas cien camisas para su colección de verano pero una llamada, nada más iniciarse el estado de alarma, lo cambió todo: la empresa The Are paró su producción en Manises (Valencia) y, con ese tejido, hizo en solo 2 días 2.000 mascarillas.

Era 16 de marzo, primer día laborable tras decretarse el estado de alarma por el coronavirus y la empresa tenía la oficina cerrada y en modo teletrabajo, y el taller produciendo "bajo mínimos" la próxima colección de ropa para eventos y ceremonias.

Fue entonces cuando recibieron una llamada de médicos de un hospital, que les explicaron que estaba buscando empresas con talleres propios de confección en la Comunitat Valenciana para hacer mascarillas para el personal sanitario ante la carencia de este material de protección.

La firma no lo dudó y confirmó que la pieza del tejido que tenían reservada en el almacén para las camisas era "adecuada" porque "tenía cuerpo y era 100 % algodón", cuenta a EFE la responsable de Márketing y Comunitación de la empresa, Laia Martínez.

"Extendimos la tela comprada para las camisas de la colección de verano y, aunque había menos personal, como estaba la cortadora y las que cosían, se paró la producción de la ropa de invitadas, y se pusieron a cortar las mascarillas", relata Martínez.

La diseñadora de la empresa valenciana, Rocío Botella, dio las instrucciones y se cortó el tejido en cuadrados de 21 por 21 centímetros y les cosieron dos cintas para llevar las mascarillas atadas.

"Entre lunes y martes se cosieron unas 2.000 mascarillas" que, según explica Martínez, se repartieron entre varias clínicas y farmacias.

Con 184.000 seguidores en Instagram, las "Stories" que han publicado en esta red social sobre su iniciativa solidaria ha llegado a "mucha gente" que ha contactado con ellos para "ofrecerse a ayudar de forma desinteresada y aportar su grano de arena".

Pero su solidaridad les ha desbordado e incluso han recibido peticiones de ayuda de médicos y otros profesionales sanitarios, pero ahora, aunque tienen más telas en su almacén, no tienen "ningún tejido que sirva para confeccionar mascarillas".

"No hemos podido gestionar toda esa avalancha. Somos una empresa pequeña, una pyme, pero si nos contactan cincuenta o cien particulares no podemos responder y no hemos podido aprovechar el alcance que hemos tenido", lamenta.

Explica que la Conselleria de Sanidad les contactó para explicarles la situación y la empresa pidió que les trasladaran qué podían hacer para seguir ayudando, pero no han recibido todavía respuesta.

Con sus nueve tiendas cerradas -tres en centros de El Corte Inglés en Madrid, así como en Sevilla, Valencia y Granada, y tres propias en Valencia, Madrid y Barcelona-, la firma se plantea la posibilidad del micromecenazgo para recolectar dinero para comprar más tela aunque todavía no han llevado a cabo la iniciativa.

"Hemos hecho todo lo que hemos podido con lo que teníamos pero esperamos poder hacer mucho más", concluye.