Estamos en verano, es tiempo de disfrutar del sol, la luz, el buen clima y los paseos en moto. Es tiempo de rodar sobre dos ruedas, de hablar de motos y de ver motos. Y la excusa puede ser lo de menos, porque siempre es fácil encontrar una motivación para presionar el botón de arranque o dar la patada sobre la palanca de puesta en marcha. Este 2020 se cumplen 75 años desde que un visionario llamado Pere Permanyer iniciara una aventura empresarial e industrial que le llevó a crear la que probablemente sea la marca de motocicletas más legendaria de la historia de nuestro país, Montesa.

Junto a otro ilustre de la dos ruedas, Francisco Bultó, a la postre precursor de su gran competidora, Bultaco, ambos fueron capaces de diseñar, producir, exportar, hacer competir y triunfar a una saga de motocicletas que hoy en día tiene su continuidad, 75 años después, de la mano de las victoriosas Montesa-Honda de trial con las que Toni Bou lleva conquistados 27 campeonatos del mundo, amén de 179 victorias y 237 podios. Una marca con esta trayectoria y una efeméride de tal calado requerían de una celebración a la altura, algo que ni siquiera el coronavirus ha sido capaz de frenar. Por ello, desde el pasado 9 de junio y hasta el próximo 6 de septiembre, el Palau Robert del Paseo de Gracia de Barcelona acoge la exposición Montesa, la forja de un mito, una muestra que reúne 43 modelos de motocicleta de estos 75 años en los que destacan ejemplares míticos como las Impala, Cota, Brío o Cappra, entre otros. El propósito del evento es, según los comisarios Pep Itchart y Santi Ruiz, poner de manifiesto "determinados objetivos que son fundamentales para entender lo que la marca supuso para la industria nacional y para la historia del motor, incluso en Europa y en el mundo. El hilo conductor es la producción nacional. Montesa se convierte en un ejemplo de cómo una idea, que responde a las necesidades de un contexto histórico, llega a la industrialización en unos momentos en los cuales era muy difícil conseguirlo, y cómo con el paso del tiempo un producto bien hecho es reconocido por sus éxitos deportivos y por la aceptación del mercado".

La exposición deja constancia de la importancia de la investigación, experimentado con nuevos motores y soluciones tecnológicas, pero también de la capacidad imaginativa y audacia empresarial de un impulsor, Pere Permanyer, que es capaz de sobreponerse a la trabas administrativas, las limitaciones establecidas por el régimen político, la escasez de recursos y hasta las adversidades surgidas en el interior de la empresa cuando Francisco Bultó decide abandonarla para crear Bultaco. La inteligencia de Permanyer rodeándose de excelentes técnicos y pilotos, creando modelos innovadores y perfectamente adecuados a su momento, promoviendo el interés mediático con propuestas tan rompedoras como cruzar África recorriendo más de 20.000 kilómetros desde Ciudad del Cabo a El Cairo para demostrar la fiabilidad de sus Montesa Impala, apostando por modalidades deportivas con futuro, desde la velocidad al trial, el motocross o el enduro, y logrando éxitos en la competición en todas estas disciplinas, tanto a nivel nacional como internacional, es todo un ejemplo a seguir y a recordar.