Madrid - El descubrimiento de un gran cráter en el permafrost de la península de Yamal, en Siberia, en 2014 provocó una gran atención científica y popular en todo el mundo. Se difundieron diversas hipótesis sobre las causas del hundimiento circular que alcanzaba casi 200 metros de profundidad. Se propusieron respuestas muy variadas, desde un meteorito hasta experimentación militar, pasando por el más probable resultado de un deshielo del permafrost como consecuencia del cambio climático. La población local otorgó a este fenómeno el sobrenombre del cráter del Fin del Mundo llamado oficialmente cráter de Bovanénkovo. La propuesta más plausible sobre el origen de este cráter ha sido publicada ahora por un grupo de investigadores de la Universidad Lomonov, en Moscú, a través de un artículo en la revista Scientific Reports. Los investigadores rusos afirman que la formación geológica de Yamal es resultado de la actividad de criovulcanismo en la Tierra, un fenómeno poco habitual en nuestro planeta. Los criovolcanes producen erupciones similares a los volcanes terrestres pero no arrojan rocas fundidas, sino compuestos químicos, como amoníaco y metano, en estado líquido y gaseoso. El cráter de Yamal parece ser el resultado de un proceso singular de criovulcanismo.