CHINA. La administración de un gimnasio en la ciudad china de Jiangmen impuso un insólito castigo a sus empleados responsables de ventas, ya que les obligaron, la noche del pasado 1 de octubre, a correr por la calle en calzoncillos por los malos resultados en la captación de clientes, recogió Daily Mail. "Acepto con mucho gusto el castigo", dijo uno de los dependientes, en cuya opinión la humillación era merecida por ser ordenada por el jefe al que "deshonraron". "Creo que es un buen desafío para nosotros", agregó el joven. Así pues, un total de 30 varones salieron a correr a la intemperie en calzoncillos, mientras que las mujeres trabajadoras del centro recibieron otro castigo, consistente en hacer flexiones.