Vitoria - ¿Era un pájaro? ¿Un avión? No, el que descendía ayer con una impresionante goitibera de bambú de tigre con una velocidad, un aeromodelismo y unos materiales que para sí los quisieran el mejor equipo de ingenieros de la Fórmula 1, era un mismísimo samurái, que dejó anonadados a todos cuanto le vieron bajar con su casco y armadura desde la iglesia de San Vicente hasta la línea de meta en Olaguíbel. La cuarta carrera de goitiberas, que organizan Los Alegríos, daba el pistoletazo de salida así a la universalización de su carrera, con un circuito llenó hasta la bandera de espectadores, quienes tras las barreras de seguridad no se perdían ni un detalle de la participación más que currada de todos sus participantes y mucho más de sus invitados más internacionales: el nipón Yoshihiro Yamagishi, embajador de la Organización mundial del bambú, que quería celebrar de esta asombrosa manera los 125 años de su empresa Taketora, así como la del francés Michel Abadie, presidente de la Organización mundial del bambú.

Y es que como explican a este diario, ambos se pusieron desde el minuto cero manos a la obra, desde que en el Congreso mundial del bambú celebrado en Xalapa (México) el pasado año, se enteraron de la curiosa existencia de esta prueba en las fiestas de Vitoria gracias al alavés Iván Platas, que en el año 2017 corrió con la primera goitibera de bambú del mundo e hizo que Txirrita se llevara el premio al bólido más original.

“Antes de la fabricación nos tomamos un tiempo para analizar cuál era la mejor manera de participar. Una vez definida la geometría general del vehículo, necesitamos cuatro meses de trabajo para la fabricación y otro mes para desarrollar la armadura samurái y el casco. Nuestro equipo de artesanos ha realizado una excelente labor armando la estructura del vehículo y tejiendo las diferentes piezas para construir la armadura”, resalta Yamagishi.

Al participante galo también le llevó un tiempo desarrollar un diseño original con tres ideas principales: “eficiencia, espectáculo y el uso de diferentes variantes y aplicaciones del bambú”. Tras unos meses buscando las formas y los materiales adecuados para el proyecto, la construcción se llevó a cabo en el centro de investigación del bambú que tenemos en la región de Gascuña. “Un equipo de cuatro personas con gran experiencia trabajó duro durante unos largos e intensos días para completar el vehículo”, detalla Abadie.

Y en el caso de Platas, empleó más de tres meses en la construcción de su goitibera. “Primero diseñamos por completo el vehículo y los componentes de dirección mientras buscábamos y adquiríamos los componentes comerciales como el volante, los frenos, las llantas o las cubiertas. Tras esta fase inicial, llegó la fabricación de los componentes de la dirección con técnicas de fabricación aditiva (impresión 3D), gracias al apoyo de la empresa Optimus3D, ubicado en el Parque Tecnológico de Álava”.

Y luego, vinieron los entrenamientos. Yamagishi practicó “en las empinadas cuestas de nuestra región hasta que llegó el día de su envío a Vitoria” y Abadie en diferentes curvas y a diferentes velocidades. “Lo más importante para nosotros de este evento es poner en valor al bambú como material del futuro para combatir el reto del cambio climático”, subraya Abadie. Y vaya si lo hicieron y, además, se llevaron un reconocimiento de los organizadores.

Descenso internacional de goitiberas de Gasteiz. Una treintena de equipos participó ayer en esta iniciativa que organizan Los Alegríos, desde la cuesta de San Vicente a la calle Olaguíbel. Entre los vehículos se pudo a ver a un unicornio sobre ruedas, a un camión de bomberos, a un Papamóvil, que desde primera hora se encargó de bendecir a todo el mundo, a un pimiento e incluso a un galeón capitaneado por Batasuna. Su cuarta edición adquirió cariz internacional con la participación del francés Michel Abadie, presidente de la Organización mundial de bambú, y del japonés Yoshihiro Yamagishi. El alavés Iván Platas, de la cuadrilla Txirrita, hizo posible la participación del nipón y del galo, ya que ambos mostraron su interés por participar en esta carrera de Vitoria cuando les comentó la existencia de esta iniciativa que se hace durante La Blanca durante el Congreso Mundial del Bambú, celebrado en México.