Una joven estudiante enchufó su juguete sexual, un succionador de clítoris, en la biblioteca de la Universidad de A Coruña mientras estudiaba. La chica colocó el aparato sobre la mesa y continuó centrada en sus apuntes. Otro estudiante que se encontraba próximo a ella se percató y publicó una imagen en su cuenta de Twitter. "En la biblioteca también se puede juntar trabajo y placer", escribió en el tweet que tiene ya más de 7.000 retuits y 30.000 likes. Muchos de los usuarios se han quejado de que les parece antihigiénico, otros se lo toman con humor y los más comprensivos intentan buscarle una explicación lógica: "A lo mejor no le ha dado tiempo de cargar las pilas en casa".