Manchas, quemaduras, arrugas, grietas... no son pocos los efectos adversos que se generan en la piel durante el verano que ya está aquí. Por ello es conveniente saber como tratar y cuidarla para evitar daños a lo largo de la temporada.

HIDRATACIÓN

Los rayos solares, el cloro de la piscina y la sal del mar secan mucho la piel, consiguiendo que la hidratación sea algo fundamental. Así pues, es conveniente utilizan cremas hidratantes, tanto en rostro como en cuerpo, para mantener la piel limpia y humedecida.

Es recomendable aplicar la crema tras una ducha o después de haber estado expuesto al sol durante un largo tiempo. Además, se debe incidir en las zonas mas secas como talones, tobillos y rodillas.

También es necesario beber mucho agua. Desde la compañía de salud y bienestar, Sanitas, recomiendan beber al menos 2 litros diario de agua al día y siempre en pequeñas cantidades. Gracias a ello, se evita que la piel se seque y se formen grietas, consiguiendo una piel luminosa y sana.

ALIMENTACIÓN

Otro punto clave para el cuidado de la piel es la alimentación. Durante el verano abundan los productos ricos en vitamina y agua, que ayudan a cuidar el bienestar físico en su totalidad.

Frutas como la naranja, ricas en vitamina C, o el melón y la sandía, con abundante agua, son perfectas para consumir en esta época del año. Desde la Sociedad Española de Endocrinóloga y Nutrición (SEEN) aconsejan tomar a media mañana y a media tarde una pieza de fruta y consumir verdura a diario.

En cuanto a la carne, recomiendan moderar su consumo y optar por ingerir más raciones de pescado a lo largo de la semana. Además, productos como el aceite de oliva, arroz o legumbres son perfectos para la salud por sus altos contenidos de vitamina, fibra y hierro, respectivamente.

PROTECTOR SOLAR

La exposición al sol también afecta a nuestra piel e incluso puede llegar a producir graves peligros como quemaduras, machas o cáncer de piel. Por ello, utilizar un protector solar es algo clave.

Para ello, se debe aplicar crema, no solo si se va a la playa, montaña o piscina, sino también cada mañana al salir de casa. Además, es indispensable utilizar un protector elevado, incluso cuando hay nubes o ya se está moreno.